No podía aguantar las ansias de encontrarnos esa mañana. Tortuosa tradición, que dos recién casados duerman separados la noche que contrajeron nupcias. Pero, esperarnos para nosotros nunca ha sido problema, estamos destinados a estar juntos.

¿Qué es lo que veo? La más hermosa de las mujeres. ¡Es mi Luna!

Luna y yo nos criamos juntos, en el mismo paraje. Su casa y la mía eran contiguas, e inclusive compartíamos huerto de hortalizas. Allí jugamos de niños, nos enamoramos cuando adolescentes y nos despedimos cuando ella tuvo que ir a estudiar. Pero, la promesa siempre fue, que, al ella volver, seguiríamos amándonos.

¡Hola, mi amor! Es hora de irnos.

Estamos recién casados, ella no dice mucho desde que llegó, pero cumplió su promesa, y anoche dijo ¡SÍ! Ante todos y ante mí… Es mi esposa.

¡Ven, te ayudaré a subir al carruaje! Iremos a nuestro destino, estaremos juntos para siempre.

Luna prefirió dormir todo el camino, siento que aún el estrago del viaje no le ha terminado de asentar. Vamos a pasar la mejor velada de recién casados, mi Luna y yo.

Luna es tan perfecta. Su rostro parece tallado por Miguel Ángel. Lleva el relicario en su cuello, ese que le regaló su abuela anoche, porque es tradición recibir un obsequio antiguo y usarlo en la boda. Esa señora sí me da un poco de terror, es oscura. Mi Luna es más bien luz.

¡Hemos llegado! Vamos a conocer nuestro nidito de amor.

No importa si no te sientes del todo bien, yo lo haré todo.

¡Al fin solos, amor!

¿Qué pasa? ¿Qué estás haciendo? ¿No quieres estar aquí?

Te vas a hacer daño, Luna, por favor, ¡detente!

No puedes escapar esta vez, déjame quitarte este collar maldito.

¿Qué diablos es esto? ¡Me quemó la mano ese metal! ¿Cómo lo podías tener en tu cuello?

Lo tengo que destruir, te está haciendo daño.

¡Listo, ya no existe más!

Pero, ¿qué es este papel que escondía? ¡Un mapa!

No quiero perder más tiempo, ¿qué es este mapa?

¡Lo miraré, y destruiré! ¡Nos está arruinando nuestro encuentro!

¡No! Este mapa es de un lugar que no existe. Ahí dice que es el cementerio donde estás enterrada.

Y tú estás aquí, conmigo, este es tu lugar.

¿Qué luces son estas? Nooo, es tu abuela, me aterra esa doctora.

Luna, ¡no dejes que nos separen de nuevo!
¡Luna no te vayas!
¡No me dejes otra vez!

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