Almas entrelazadas

Sollozos desgarradores salían de lo mas profundo de mi garganta no tenia una explicación clara de como me sentía en esos momento pero de algo estaba segura es que la humillación era clara en mi rostro. Aun así sabia que todo era mi culpa, si tan solo hubiera negado la petición de aquel chico no estuviera llorando en pleno parque con Tobias a mi lado acariciando mi espalda con la palma de su mano que con su silencio curaba mi corazón juvenil. A pesar de todo en esas situaciones agradecía que él estuviera a mi lado.

No era una chica muy inteligente porque si lo fuera no hubiera entregado mi cuerpo a las manos equivocadas, pero en estas circunstancias no se sabia quien es bueno o es malo. Si tu corazón es mas lento y tu cerebro es mas rápido y me deje guiar por mi corazón sensible desesperado de atención. Me odiaba por flaquear y me odiaba porque no quería hacerle daño al único que estaba para mi, no quería equivocarme y no de esa manera sino que no confiaba de mi. No estaba segura de poder amarlo como el me amaba a mi.

Y ese dilema me persiguió por años donde él me consolaba o yo lo consolaba a él de alguna mujer que lo destruía. Él ya tenia una lista larga de ellas y mi subconsciente me gritaba que mi nombre estaría escrito con lápiz de oro en ese libro imaginario. Todo mi ser estaba rebosado de inseguridad al igual que mi Tobias y me justificaba que no podíamos estar juntos.

Sabias y aun sé que él se merece las mejores maravillas que están en este mundo y algo si estaba segura, yo no podía entregárselos me auto-destruía creyendo que no era merecedor de tenerlo. Era como un cristal muy limpio con grietas en algún museo que te deja maravillado por su hermosura, así veía yo su alma, un ser tan puro, tan vivo.

Una vez una chica me comento que dos almas destruidas no podían estar juntas, porque sus propias inseguridades lo iban acabar un a uno, aun no se quien destruyo a quien o si el tiempo que aveces es nuestro amigo o nuestro peor aliado, hizo de las suyas con nuestra presencia en este amor que nunca comenzó.

En estos momentos con la soledad acompañándome y el amor que me tengo no es el mismo que el de antes así que ese esperado comienzo nunca llego no estábamos preparados, dicen que para amar locamente a alguien debemos de amar nuestro defectos, nuestro verdadero ser al renacer y eso era lo que nos impedía dar el primer paso.

No puedo afirmar que mis inseguridades se fueron completamente pero se que ya no influyen tanto en mi como antes y es como todos, vivimos como si fuera una montaña rusa, en todos los ámbitos posibles. No puedo decir que estoy arrepentida de las cosas de antes, no puedo, sin esa persona tan vulnerable no fuera la que soy ahora.

Y algo que sé es que todos somos tan llamativos como los colores, algunos son rojos otros verdes, en un día un azul se transforma en morado pastel... pero Tobias para mi fue todos los colores en su mayor resplandor.