La opinión que uno tiene de sí mismo es un factor determinante para los siguientes pasos a dar en la vida. Recuerdo que me relacioné mucho con niños y adolescentes como educador y es muy sorprendente cuando encuentras niños y jóvenes muy introvertidos, tímidos y con una opinión inferior de sí mismos. Por desgracia, muchos de ellos tenían un rendimiento muy bajo, lo que también les perjudicaba en su relación con los demás.

Había niños a los que se les preguntaba qué pensaban de sí mismos y simplemente decían que nada les importaba, porque se creían personas de poco valor. El trabajo no era fácil, porque había que involucrar a los padres y a los especialistas para trabajar con estas personas y ayudarlas. Había padres que estaban dispuestos a colaborar con los especialistas, pero había otros que se negaban y mostraban una personalidad violenta.

Cómo tratar con personas de mentalidad cerrada y que se creen pocas cosas. No es fácil, sin embargo, como educador, tenemos la responsabilidad de incorporar a la sociedad un joven sano y con competencias para ser eficaz y extrovertido en el entorno familiar y social.

Debo reconocer que tanto los psicólogos como los psicopedagogos hicieron un trabajo exigente y brillante. Muchos niños y jóvenes cambiaron el concepto negativo que tenían de sí mismos por un concepto positivo y de alto valor. Muchos niños cambiaron su comportamiento en la escuela y en la relación con sus padres.

Pensar bien de uno mismo y aceptarse refuerza nuestra imagen y autoestima.
Si piensas bien de ti mismo, también pensarás bien de los demás. Si te aceptas tal como eres y tienes una imagen positiva de ti mismo, también entenderás que los demás son personas bellas y brillantes como tú. El que se ama a sí mismo amará a los demás de la misma manera y tendrá relaciones sociales muy exitosas en la vida.

Lo que piensas de ti mismo es muy importante para construir tus opiniones sobre los demás. Consigue aceptarte a ti mismo y lograrás relaciones importantes en tu vida presente y futura. Nadie te hará cambiar si no eres consciente de que necesitas ayuda. Desgraciadamente, los padres que no han querido buscar ayuda para sus hijos han sufrido, por desgracia, las heridas emocionales y psicológicas que esto representaba para sus hijos y para ellos como padres.