El misterio de Halloween 🕵🏻‍♀️ / El enamorado anónimo

A doña Berta se le ocurrió hacer en su casa una majestuosa fiesta de Halloween, 🎃 ya que sus dos querubines adolescentes así se lo pidieron. De modo que aquella noche la sala de la casa se fue llenando de una serie de invitados, la mayor parte de ellos de incógnito, puesto que, con aquellos disfraces y aquel traperío loco, a muy pocos se les podía identificar, menos aún en aquel ambiente de luces opacas y decorado con globos oscuros, telarañas, murciélagos y demás elementos propios de las películas de terror. 👻

Entre aquellos visitantes de aspecto diabólico figuraban: el diablo, la momia, brujas, calaveras, zombies, el hombre lobo, Jason, vampiros manchados de sangre y uno que otro político del mundo nacional. Y menos mal que se trataba tan solo de una fiesta, porque si por ahí en la calle a uno le sale un sujeto similar, creo que del susto uno podría estirar la pata o al menos se haría popó en los pantalones.

Pero, como siempre ocurre en nuestra maltratada Venezuela, se fue la luz en el medio del bonche y todo quedó en silencio. Al menos los vecinos descansaron un rato de la bullaranga y todas las groserías del regatón. Pero en eso se escuchó un grito: “¡Aaayyyy!” Se trataba de la misma dueña de la casa quien preguntó disgustada:

• ¿Quién fue el desgraciado me agarró el trasero?

Nadie dijo nada. Apenas se escuchaban algunos cuchicheos y pequeñas risas entre los allí presentes. En eso doña Berta comenzó a alumbrar hacia la gente que tenía a sus espaldas y decidió averiguar.

• ¿Quién eres tú? -le preguntó a uno que llevaba una máscara de calavera. 💀☠️

• Soy Lucho -dijo un jovencito quitándose la careta-. Por si acaso, yo no fui.

• ¿Y tú quién eres? -le preguntó a una disfrazada de bruja. 🦹🏻

La tipa se quedó en silencio.

• Por favor, ¿quién eres? -insistió la anfitriona.

• Soy yo -dijo una mujer mientras se quitaba el disfraz.

• ¡Pepa López! ¿Qué diablos hace usted en mi casa? 👀

• No hago nada malo. Solo quería divertirme un poco.

• Ajá. Si nadie te invitó, ¿se puede saber en realidad qué haces aquí de arrocera? Bueno, supongo que vienes a espiar. Pero si observas bien, tu marido, el que no hace mucho yo te robé, ya no está conmigo. ¿Para qué te preocupas por esa sabandija? No vale la pena.

• ¿Y para dónde se fue? ¿Con quién se fue? -inquirió Pepa.

• Ah, qué mujer para tonta eres. Ya te dije. No vale la pena andar muriéndose por el que nunca te ha querido. De todas maneras, me dijeron que ahora se fue de amores con Ricky Martin. 🙊

• En eso volvió la luz y de nuevo se prendió la rumba y en medio de tal alboroto a doña Berta le volvieron a agarrar las nalgas, por lo cual dijo en voz alta:

• Bueno, me gustaría saber quién es el enamorado que me tiene a monte con la agarradera -dijo mientras miraba hacia atrás. Pero al ver que se trataba del diablo agregó-: No, qué va.🥶 Con este que ya trae los cachos puestos yo no voy ni a la esquina.

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