Noticias sensacionalistas y depresión

Vivimos en un mundo lleno de eventos sensacionalistas, buenos o malos. Las noticias nos llegan con extrema facilidad y rapidez. Las redes sociales nos invitan, sin que se lo pidamos, a que "consumamos" lo que que en la actualidad está pasando. Las guerras del presente (Ucrania y el Medio Oriente) son objeto de lo que más se quiere informar: Aquello que sea realmente curioso, feo, terrible y, a veces bueno.

Lo cierto del caso es que muchas personas no somos dadas a estar "consumiendo" informaciones espectaculares, especialmente si se trata de hechos sangrientos. A muchas redes sociales les conviene (porque ese es su negocio) que el mundo no sea tan pacífico, monótono o aburrido. Entre más informaciones "picantes" haya, mayor será la cantidad de visitantes leyendo, viendo los vídeos y dándole click a "me gusta". Y todo eso se traduce en dinero. Claro, dinero para los que dan las noticias, porque el usuario, el lector, no gana nada.

Lo otro es que, particularmente con la guerra y la política, los lectores no tenemos una mayor certeza acerca de cuando una cosa es verdad o es mentira, o si se trata de que a alguna situación la estén exagerando o retorciendo. Por lo tanto, los que no tengan un pelo de suspicacia pueden caer como ratones en la ratonera.

Omitir los hechos tampoco es la salida, porque debemos tener plena consciencia de que ninguna guerra es justa, porque los que más salen perdiendo son los inocentes.

Un ejemplo concreto que ha generado miles de informaciones verdaderas y deprimentes, son los reportes in situ que han hecho los mismos migrantes a lo largo de la selva de Darién en Panamá. Lo que ha ocurrido y sigue ocurriendo allí es un hecho que no puede negarse. Pero el punto a que me refiero es que no debemos mantenernos durante horas viendo esas historias, porque al final eso le puede pasar factura a nuestro estado de ánimo, con seguras pesadillas a la hora del sueño.

No es cosa de esconder la cabeza como el avestruz. El asunto es que debemos ser selectivos con la información que nos llega. No nos dejemos doblegar por tanta maldad y luchemos por un mundo mejor.

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