También hablamos sobre mis conocimientos como asistente administrativo, con respecto al curso que en su debido momento hice, y el cual no pude poner a prueba mis conocimientos ya que necesitaba hacer mis pasantías, debido a la situación que atravesó el país en ese momento no pude, ya que la mayoría de las empresas se iban del país. Y no contaba con contactos que me ayudarán. Hasta que tiempo después, hablo de años, recordé a una amiga de la universidad, su mamá es contadora pública, en una oportunidad hablamos y me preguntó si yo tenía conocimientos al respecto, aún estaba en la universidad y no había hecho el curso, así que no, en ese momento no estaba yo instruida al respecto, un par de años después lo consigo, sin embargo olvide por completo ese contacto tan valioso que tenía.

Hubo otra oportunidad, cuando la jefa de mi madre me ofreció trabajo. Y yo como ya conozco la dinámica de ellos en su negocio, decline la oferta. Además de que en ese momento yo tenía trabajo. A veces me pongo a pensar, de aceptar su oferta yo aún estaría trabajando para ellos. Estás experiencias me han enseñado que es mejor tomarme el tiempo para pensar muy bien en aceptar o rechazar una oferta. Aunque debo decir que mi salud mental es lo primero.