Soy una persona muy emocional. Desde que puedo recordar tengo el mal hábito de querer, odiar, gustar, rechazar cualquier cosa o persona con mucha intensidad.

Aún recuerdo la primera vez que me enojé de forma exagerada. Esa emoción llenó todo mi ser. Cuando me calmé, sentí que no podía reconocerme. Lamentablemente, esto no me hizo darme cuenta de lo peligroso que era dejar que la ira me controlara.

Mi relación con mis emociones no mejoró cuando llegué a mi adolescencia. Debido a mi incapacidad de relacionarme, entender las reglas implícitas en el mundo de las personas dentro de esa fase, el desinterés de los demás, mi ansiedad y mi anhelo de encajar y pertenecer a algún grupo, me hicieron caer en una profunda depresión.

Las emociones que más han regido mi vida han sido: tristeza (luego convertida en depresión por no saber cómo manejarla), frustración (en lo relacionado con relaciones de amistad y románticas- inexistentes-, sueños sin cumplir, decepciones con familiares cercanos (que no eran como yo creía que eran) y sonder.

Esta es una sensación que he sentido toda la vida y que no conocía el nombre hasta hace poco. Sonder significa que soy consciente de que los demás tienen vidas tan complejas como la mía.

Últimamente, me encuentro luchando contra mis emociones tóxicas, las cuales me atacan cerca de la hora de dormir y cuando tengo bajones de ánimo durante el día y también, cuando malinterpreto -o no- un gesto o palabra y tengo la impresión de que estoy siendo rechazada o ignorada. He tenido que decirme que el rechazo no es malo y que no es culpa mía o de ellos que yo no les caiga bien o que, según las terapias holísticas, ellos vibran de una forma y yo de otra y que por eso, a pesar de hablar el mismo idioma, pertenecer a la misma cultura y ser de la misma generación/edad/etnicidad, no congeniamos sin importar cuánto me esfuerce por encajar.

Siempre he sido como una extrajera en mi propia ciudad: ni mi forma de vestir, mi acento (neutral) ni mis gustos eran ni son como los de una cumanesa/venezolana típica.

Con el paso de los años, he llegado a racionalizar las emociones ya mencionadas para evitar el cansancio o Burn Out en cuerpo y mente por sentirlo todo con intensidad sin llegar a ninguna parte.

Espero que la lectura no les haya aburrido y que se animen a participar de la dinámica. Les hará bien sacar de dentro lo que les molesta.