Estoy seguro que haciendo mucho scroll en mi blog (hace 3 años aproximadamente) encontrarás un artículo en el que hablo de un juguete para mi hija Kaila, se trataba de un pequeño carrito que le compre porque encontré en oferta, estaba usado y dañado pero como sabía repararlo y el precio era bueno decidí comprarlo.

Lo cierto es que al principio ella no sabía como andar en él y con el tiempo entre ella y mi sobrina que vive con nosotros de tanto jugar y chocarlo contra las paredes comenzaron a curiosear (porque curiosas si son) y a despegar cables de todas partes.

Cuando ví que las funciones eléctricas del carrito habían sido victima de aquella curiosidad infantil al punto de no servir decidí que no lo iba a reparar hasta que estuviesen más grandecitas, entonces amarré un cable más grueso por el cual ahora yo a pulmón pudiese halar para darles paseítos en el carrito que ahora se movía con motor humano.

Hace unos días mientras reparaba cosas que hace tiempo no usaba pensé en que ellas ya estaban muy grandes y pesadas para el motor humano, pero lo suficientemente grande para cuidar las funciones eléctricas del carrito, y ya que crecen sin que uno lo note pensé que ya era hora de reparar el carrito para que lo pudiesen disfrutar (aunque con el motor humano si que lo disfrutaron).

Así que puse el carrito con los cuatros cauchos arriba para comenzar a hacer el diagnóstico, ver que tan grave eran los daños y que tan posible las reparaciones.

Luego de una revisión exhaustiva me di cuenta que habían muchos cables rotos, y como hace mucho que no revisaba el sistema eléctrico del carrito y no cuenta con ningún tipo de planos me tocó revisar de nuevo donde deberían ir conectados los cables rotos o en su defecto que debería ir conectado con qué porque guiarse por cables partidos lo hace casi imposible, por lo tanto, el trabajo de buscar las conexiones de componentes hizo que me tomase más tiempo.

No es que sea mucho, la tarjeta electrónica que le daba control remoto se la eliminé en su momento porque el carrito vino sin control remoto, además era la que tenía la falla. Por ahora solo me conformo con que encienda las luces que son la emoción de las niñas y que pueda moverse cuando ellas pisen el acelerador.

Use una fuente de poder de PC para probar todos los componentes (luces) a manera de descartar cuales estaban operativos y cuales estaban dañados.

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Tuve que reemplazar un par de luces y volver a cablear las otras. Intenté simplificar las conexiones uniendolas todas en un punto común y sacando de ese punto solo un par de cables a la alimentación principal.

Luego le hice pruebas a los motores y estaban trabajando bien lo cual es bueno porque el motor humano se podrá jubilar por fin. 😄

Lo cierto es que entre revisar y revisar se me fueron las horas y no pude culminar el trabajo, al menos termine todas las revisiones por la parte de abajo, ahora solo falta hacer las conexiones en la parte de arriba que es mucho más sencillo y entregarle el vehículo a su dueña para que me recompense con su carita de alegría.

Por ahora (por esta noche) el vehículo seguirá guardado en el taller junto a las partes que me falta colocarle.

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Todas las imágenes usadas son de mi autoría tomadas con mi Samsung Galaxy A30s