En realidad es una preparación bastante sencilla, pero es un plato muy sabroso. Los ingredientes los agregamos en una licuadora uno a uno, y luego licuamos hasta que se unifique, la preparación no debe quedar muy espesa, porque la idea es que al cocinar quede una delgada capa.

La llevamos a la nevera por media hora al menos, para que se termine de compactar. Y ahí es cuando viene la preparación. En una sartén antiadherente, humedecemos con un poco de aceite, y vamos agregando la preparación, la cual además, vamos a esparcir moviendo el sartén de un lado a otro, como lo pueden ver en la siguiente secuencia de imágenes.

Realmente el plato se hace bastante rápido, y una vez está listo por una cara, se le da la vuelta, fácilmente, porque no se pega al sartén. Luego una vez que lo hemos volteado, lo rellenamos y doblamos, que es lo que le dará esa particular forma del plato una vez servido. Tal como pueden ver en la imagen siguiente, coloqué el queso, el jamón, y doble, de la forma en la que se ve en la secuencia. Esto, obviamente, una vez que está listo por ambas caras.

Ya para concluir con mi participación, dejo mi imagen con el plato en la mano... antes de que el plato pasara a la historia je je je je.

_{Imagen de mi autoría / Editada en Power Point}

Por leer mi post, muchas gracias.

Todas las imágenes han sido captadas con mi teléfono Redmi Note 8

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