Queridos parceros... Me uno a la dinámica referente a la pregunta los dos son unos lugares extraordinarios, los cuales me encantan el mar por su imponente azul, sus olas que acarician la arena y las nubes que se ven tan cerquita, es como que si tocaramos el cielo, el ruido de sus olas es fascinante pero respeto muchísimo el mar.

En cambio las montañas ofrecen paz, aire puro y fresco que es súper maravilloso nos regala un paisaje y una vista impresionante si debo elegir con cuál me quedaría sin duda me quedo con la montaña, ella me inspira a superar límites conmigo misma y me da el privilegio de tener una vista desde el punto más alto.