Estoy continuamente escuchando gritos desde mi interior y desde el interior de otros. Pero parece que nadie escucha los gritos, parece que todos saben perfectamente que esos gritos son parte de la imaginacion, hasta que llega la enfermedad. Alli todos responden: ¿pero porque no me avisaste con tiempo?

Hace algunos años trabaje en una institución religiosa (iglesia) donde ademas funcionaba una fundación. Llegue a ese lugar porque me gustaba mucho el servicio social, pero ademas porque no tenia opción. Venezuela estaba en su peor crisis y yo tenia un problema muy grave con mi documentación, literalmente no existia para el sistema venezolano y aunque presente la documentacion necesaria, sencillamente no me solucionaron, me pedian altas sumas de dinero y yo no contaba con eso.

Nunca la labor social fue para mi una opción de trabajo, pero debido a mi continuo servicio voluntario fui escogido para eso. Los primeros años fueron de mucha demanda fisica y continuo trabajo desmedido. Pero lo hacia con mucha entrega y pasion porque ademas, veia la reprosidad en las personas que dirigian aquel lugar. Eran amables y aunque muchas veces me exigian mas de lo que debia hacer, siempre hubo una actitud de agradecimiento y recompesa por la labor.

Pasado unos 4 años murio el pastor y llego una nueva administración institucional. Yo era un empleado (segun sus opiniones publicas) de mucha confianza, mis responsabilidades habian aumentado e incluso la retribucion economica tambien lo hizo, pero siempre estuvo disminuida por la crisis. Recuerdo que mi salario inicial era de unos 10$ al mes. Y luego fue aumentado hasta llegar a los 30$ semanales.

Era muy cuesta arriba sostenerme con esos montos tan bajos, pero podia sopesarlo con otros trabajos extras que realizaba y la continua manifestacion milagrosa de Dios en mi vida.

Despues de la transición administrativa que sufrio la institución, las cosas para mi cambiaron mucho, pintandose como una especie de ascenso, pero sin retribucion, con grandes responsabilidades, pero sin el equipo de trabajo adecuado. Era tal el nievel de exigencia que llegue a trabajar los 7 dias de la semana sin parar por meses y ademas, sin vacasiones durante los 7 años aproximadamente que trabaje alli.

Los abusos de mis jefes llegaron a ser tan crueles como los que escuchaba que les ocurrian a hermanos venezolanos en otros paises. El hecho de chantajearme por mi condicion de indocumentado, los gritos, los insultos, los atropellos psicologicos hicieron un gran daño a mi autoestima, que cada ves estaba peor. Las altas reponsabilidades y los excesos cargando objetos muy pesados, hizo que mi cuerpo se debilitara, a tal punto que la doctora especialista en traumatologia de la fundacion me evaluo y afirmo que tenia todo inflamado, que debia escoger entre mi trabajo o mi vida, lo que por cierto mis "Jefes" obviaron por completo, atribuyendo a esa advertencia un tinte demoniaco.

Fue tanta la presion que me vi obligado (por ellos mismos) a renunciar, pero para evitar pagarme el tiempo de mis labores, se escudaron en su condicion de institución religiosa y fundacion. Yo estaba tan mal, fisica y emocionalmente que no reclame nada. Me retire por un tiempo, pero continuamente tenia sus palabra en mi mente: eres debil, te fuiste en desobediencia, estaas bajo maldicion, sin nosotros no eres nada, todo te va a salir mal.

Al tiempo termine regresando a lo que hoy defino como mi tiempo como esclavo. Vivia bajo un continuo estres y ansiedad, pero debia fingir que todo estaba bien. La familia pastoral sabia de todo esto, pero no hacian nada y solo me decian que: era un proceso de Dios, conmigo.

Los abusos se intensificaron, la exigencia fue superior y mi cuerpo estaba por colapsar. Comence a descubrir como "mis jefes" desviaban fondos para robar a la institucion y como (mientras yo estuve afuera) hicieron un red de personas que le ayudaban en esa labor. Denuncie algunas cosa, intente que no pasara. Pero ellos simplemente querian que yo fueses complice de sus actos delictivos.

Descubri como conspiraban contra el pastor y lo maldecian en secreto, pero cuando lo hable, nadie me creyo. Tenia tanto estres que comence a sufrir de ataques de panico. Cuando comence a denunciar lo que estaba ocurriendo comenzaron a perseguirme para callarme y en ese momento los abusos verbales, psicológicos e incluso fisicos fueron a otro nivel casi insoportable.

Recuerdo que estaba trabajando el 31 de diciembre del año 2022 a las 3 de la tarde y le dije a un amigo que fue a entregar un aire acondicionado de 5 toneladas: ¡no puedo continuar asi, porque siento que me voy a morir y todo va a continuar igual!

Renuncie voluntariamente el 3 de enero (dia en que tenia que comenzar mis labores nuevamente) despues de un "descanso" de 3 dias. Sin ninguna compensacion economica, porque el servicio, horas extra e incluso dias no laborables en los que trabaje se supone (segun ellos) era un "servicio a Dios" y si yo lo reclamaba, era un pecado grave. Al salir mostre todas pruebas que tenia, conte todo lo que sabia y espere que algo cambiara, pero nada paso. Meses despues supe que se robaron aquel aire que entregaron en aquel momento y supe que todo estaba igual o peor.

Me retire paulatinamente de todo y me aparte de las personas toxicas. Habia logrado salir de aquel ambiente pero con episodios cada ves mas intensos de ansiedad, panico y terror. Mi autoestima quedo muy destruida, deprimido, decepcionado, lleno de rabia y dolor. Preocupado por mi integridad porque me sentia amenazado.

A Dios gracias pude recuperarme poco a poco, con la ayuda de mi familia y los pocos amigos que me quedaron. Fue una temporada muy intensa y dificil, pero aprendi lo que dice el titulo de este post: El cuerpo habla, lo que la mente calla.

Debemos amarnos y respetarnos, cuidar nuestro cuerpo y salud, porque es mas importante que cualquier cosa material que podamos adquirir. Para terminar un poco la historia les cuento que pude solucionar el problema de mis documentos e ir a terapia, recuperarme y hoy estoy en paz y tranquilo, pude incluso perdonar aquellas cosas y personas.

Muchos meses despues vinieron las graves concecuencias de sus acciones a aquellas personas que cometieron todas esas injusticias y pude ver como Dios sacaba a la luz muchas cosas y aun lo hace. Sigo viendo como algunos se hunden en su religiosidad y activismo, distanciados por completo del Amor, que es la escencia de Dios mismo.

Mi moraleja personal es, nunca jamas convertirme en alguien asi, nunca parecerme a alguien asi y nunca volver a permitirle a alquien que me destruya, como en algun momento deje que lo hicieran.

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