NUEVO CONCURSO: Haznos saber porque somos importantes (Día internacional de la Mujer) /por @yannichampion

Agradecida @colombiaoriginal por este concurso que enaltece nuestra participación en la vida.

La mujer es un ritual, una resonancia rotunda en la naturaleza; Celeridad del principio celestial; asombrosa como los sueños, diligente y victoriosa.

“No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente. -Virginia Woolf, escritora británica.

¿Somos importantes? por ser, porque brindamos amor, aportamos sutilezas a la vida, hacemos del mundo un lugar mejor y no hacemos la guerra.

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Nuestro género, no es más importante por procrear, aunque biológicamente estemos concebidas para ello. Tampoco me inclino a que no se deba o no se reconozca, ni mucho menos de “eliminar” al hombre como si fuera un obstáculo, pero resulta inconcebible cargar con el peso de una sociedad forjada a la luz de la ideología patriarcal donde los contratos sociales se establecen para minimizar los derechos e intensificar un modelo de mercado atribuyendo características para la competitividad. Esto aunado a otros mecanismos de poder que intentan manipular nuestra identidad personal. O sea, se es mejor si tienes hijos, si tienes un cuerpo 60-90-60, si estas graduada, a la moda, en fin.

¿Somos importantes? Hemos sido precursoras durante generaciones sobre diferentes temas. Por ejemplo, Malala Yousafzai, premio nobel de la paz en el 2014, es una activista de origen pakistaní y con tan solo 17 años se convirtió en la mujer más joven en recibir este reconocimiento por su lucha a favor de los derechos de las mujeres y niñas contra la opresión del régimen talibán.

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A través de los tiempos nos han señalado de diabólicas, malas, brujas, débiles, es decir, se ha orquestado un prejuicio altisonante, un complot entre la moral pública y la privada tan perniciosa como incomprensible.

“Las mujeres son animales de pelo largo e ideas cortas” - Schopenhauer, filósofo alemán, siglo XIX.

Disculpen amigas, pero no somos una “cosa” a conveniencia. Con esto no quiero decir que ser mujer es necesariamente ser feminista, ni feminista toda la que presume serlo. De lo que se trata es de pertenecer plenamente a la vida en igualdad de condiciones más allá de una arenga, o una camiseta.

Hay mujeres en el mundo que han luchado por la reivindicación de nuestros derechos laborales y en defensa de la humanidad; mujeres de igual modo, ausentes de la historia oficial, anónimas, en secreto por la misma desigualdad social, germen de todas las calamidades.

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Durante la explotación petrolera a mediados del siglo XX a través de las empresas filiales extranjeras en Venezuela, se le impuso una manera de proceder a las mujeres con tareas domésticas creando modos de participación sumisa y nuevas costumbres.

Se vieron obligadas a formar nuevos lazos sociales y laborales para reforzar la promoción de patrones de consumo. Para esto, se crearon “escuelas de economía doméstica” dentro de las empresas para que las esposas de los trabajadores aprendieran el concepto de la familia, los deberes y quehaceres tradicionales que ésta impone, en un orden patriarcal.

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El concepto de “mujer liberada” para ese entonces, era el de la mujer estadounidense, pero no por su lucha sino por crear hábitos de consumo que las demás debían alcanzar porque se trataba de una cuestión de “status”; de progreso, modernización y civilización.

“un sombrero decorativo es bellí- simo para cocktails y comidas tempranas, en combinación con trajes de raso delgado negro mate”. - Fragmento de la obra breve “Charco Negro” del autor Rubén Joya.

¿Somos importantes? Porque la palabra es necesaria para nosotras para conciliar y comprendernos; somos capaces de ponernos en el zapato del otro.

Somos importantes y lo seremos por el simple hecho de contribuir a la vida, aportar nuestra capacidad productiva, generar cambios y por ese misterio cosmogónico que nos habita.