En tiempo de pandemia, la muerte y la enfermedad fue el tema de conversación de todos, los medios de comunicación daban noticias devastadora de la cantidad de personas infectadas por este virus, y las que ya habían muerto. Estás noticias causo en mi un miedo, una angustia
Me preocupaba pensar como podría satisfacer las necesidades de mi familia, sobre todo la alimentación, ya que ni mi esposo ni yo estábamos trabajando.
Aunque era un tiempo de incertidumbre y desafío, gracias a Dios, tengo una pequeña parcela, que para ese tiempo, a pesar de todo pudimos tener una buena cosecha , allí teníamos sembrado frijol, y yuca, esto nos sirvió de alimentos durante muchos tiempo, pero también tuve la oportunidad de ayudar a otras personas que necesitaban. Recuerdo que los vecinos me enviaban mensaje para ver si los podía ayudar con algo Y pude ayudar a todos aquel que lo necesitaba, y parece mentira, pero esos granos rindieron un montón, nunca se acababan, pienso que fue una bendición de parte de Dios Jehová
A pesar de tomar todas las medidas necesarias para evitar contagiarnos con este virus , mi esposo lo contrajo, Hice todo lo posible para evitar que mis hijos se contagiarán. Arregle una habitación para aislar a mi esposo dónde solo entraba yo para atenderlos.
Y como si fuera poco mis padres también se contagiaron, tenía que viajar todos los días a su hogar para cuidarlos y atenderlos, esto me llevo a un agotamiento físico. Gracias a Dios cumplieron el tratamiento al pie de la letra, y tuvieron mejoría.
Luego para protegerlo de otra infección, decidimos no recibir visita, y de ser muy necesario, tenían que usar el tapabocas.
Aunque me asegure de cuidarme y de colocarme las vacunas necesarias hoy en día siento mucho dolor en las articulaciones, algunos expertos me han dicho que son efectos de la vacuna. Otras de las secuelas, es que perdí a seres queridos muy allegados. Y me duele recordarlo, si no hubiera sido por esa pandemia hoy estuvieran aquí, disfrutando de la vida.
Las noticias actual hablan de otra pandemia, y no estoy preparada ni física ni emocionalmente Pero como lectora fiel de la biblia, dice que para estos últimos dias se presentarían tiempos críticos, que habría enfermedades una detras de las otras y pandemia. Y es lo que estamos viviendo. Sin embargo también promete tiempos mejores. Esta fue mi participación, mi invitación es para @carli24 @soyronald @mirla33
Las fotos son de mi propiedad tomadas con mi Redmi12C exclusiva para STEEMIT
Uffff me conmocionó tu publicación, no dudo ni un segundo que Dios estuvo allí presente para que el fruto de esa cosecha diera no sólo para ustedes, mi admiración por haber ayudado, por tomar las cosas como las tomaron y por no decaer.
Yo tampoco quiero vivir otra pandemia y no quiero pasar nuevamente por eso, a nosotros nos tocó duro como a muchos y es como dices, el despedirnos de seres queridos o conocidos fue lo más duro.
Gracias por participar.
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Saludos amiga.
Esos tiempos fueron muy duros.
Pero gracias a Dios pudimos salir adelante.
Y esa cosecha, fue una bendición y que privilegio de ayudar a otros en tiempo de necesidad
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Tu experiencia, con lo que relatas, a pesar de lo dificultoso que fue todo, permite destacar la importancia de ser útil al prójimo, de ayudar sin esperar nada a cambio, de ser empático y solidario.
Lo ocurrido con la siembra de tu parcela, me permitió recordar cuando Cristo Jesús multiplicó peces y pan. ¡Él nunca falta y también vive multiplicado en el corazón de sus hermanos terrenales!
¡Gracias a Dios, que ya superamos lo de esa pandemia pasada, y ojalá que no ocurra nada similar; pero que además, en los países de África donde se han presentado situaciones difíciles, logren superar las adversidades.
¡Saludos y éxitos!
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