ANECDOTARIO DE YENNY: 1. ANECDOTAS SOBRE DIARIOS

Hola amigos hoy me gustaría contarles algunas anécdotas personales en relación a los diarios. Soy la tercera de tres hermanos mis hermanas mayores y yo nos llevamos 4 y 5 años de diferencia de edades, motivo por el cual ellas siempre compartían más entre ellas y yo era la necia, la fastidiosa (pero la protegida de mama por ser la menor).

Ellas compartían cuarto, yo tenía un cuartico para mi sola y por alguna razón no les gustaba que yo me metiera con ella al cuarto para escuchar sus conversaciones, me sacaban y cerraban la puerta con pasador, sin embargo siempre que podía me metía a escuchar, no entiendo porque no quería que escuchara sus conversas si al final apenas olía cama me quedaba dormida.

Bueno entonces tomé una decisión, como no me dejaban entrar al cuarto, aprovechaba cuando ellas no estaban y entraba , veía su ropa en el closet, veía sus zapatos y me los probaba, el maquillaje, siempre trataba de dejar todo igualito para que no se dieran cuenta, hasta que un dia ¡ tatatatan! y pude abri la gaveta de la mesa de noche y conseguí un librito rosado muy lindo quise abrirlo y adivinen estaba cerrado con llave, si los diarios tenían llave.

Allí se me despertó la curiosidad, ¿Ese librito tiene llave? ¿Por qué? ¿Yo quiero saber lo que hay adentro? Asi quede con la curiosidad.

Otro día entré y comencé a registrar esa gaveta a fondo pero con cuidado y conseguí la llave, waoo ahora si podía ver que había adentro, les confieso me daba miedo sabía que no estaba bien lo que hacía y si me encontraban el regaño no sería normal y de verdad me daría pena, pero al mismo tiempo me decía ahh pero porque no me dejan estar con ellas.

Bueno abri el librito, allí escribía cosas de su vida diaria, y algunas otras cosa que escritas con siglas que no entendía, en ese tiempo mi inocencia no me permitía atar cabos sueltos, hasta tiempo mucho tiempo después que me dije ahh ya entiendo.

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Luego llegué a mi adolescencia y aunque me habían regalo un diario en mi cumpleaños no quería escribir en el ¿ya saben por qué no?, sin embargo un poco más madurita cuando afrontaba problemas que me angustiaban y no tenia con quien desahogarme acudía a escribir cartas a la persona o sobre la situación en cuestión, me servía para desahogarme, llorar pero una vez escrito destruía la carta. No hubiese algún curioso sin oficio husmee.

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Luego desarrollé otra técnica, de esas que se pasan de boca en boca en el liceo y era escribir en clave MURCIÉLAGO.

Aplicando sistemas de seguridad a los diarios, al principio se me hacía difícil pero luego me convertí en experta, y luego que escribía igualmente hacia el paso número uno, quemar.

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