Cada incidente que pasa en nuestra vida es un aprendizaje, ya sea para mejorar o valorar lo que la vida te regala, siempre digo que por algo pasan las cosas, solo hay que saber afrontarlas y seguir adelante.

A finales del 2021 mi abuela le ocurrio un accidente, sufrió una caída que le ocasionó una fractura del fémur, esto fue catastrófico para la familia, pues ella es una señora muy mayor y con otras enfermedades que afectan su salud, tocó adaptarnos y más que nosotros ella también tuvo que adaptarse a qué no podría caminar de nuevo.

En el 2023 pensábamos que todo iría bien con ella, pero a mediados del año su salud tuvo una recaída, fue perdiendo la movilidad de su cuerpo al estado de ya no poder comer sola, ese año nos dio muchos sustos, pensamos que en cualquier momento dejaría de estar con nosotros, ese año decidimos celebrar su cumpleaños y atesorar ese momento con ella, gracias a Dios actualmente todavía sigue con nosotros, con sus altos y bajos pero junto a su familia, esto demuestra que solo Dios sabe cuándo es nuestro momento de partir.

Con este incidente he aprendido muchas cosas, que la vida es corta, a valorar más los momentos en familia y atesorarlos, no nacimos para semilla, no somos inmortales, así que debemos disfrutar cada momento con ese ser querido que hoy está con nosotros, pero a lo mejor mañana no.

Vive la vida como si fuera el último día, abraza a tus seres queridos, dile cuánto los amas, no dejes de pasar momentos maravillosos en familia que después no puedas recuperarlos, toma muchas fotos, recordar es vivir y aunque en estos momentos esa persona querida no esté con ustedes, quedan sus recuerdos y la satisfacción de que pasaste momentos hermosos con ellos, no todo es trabajo, a veces hay que dejar a un lado nuestras ocupaciones y así obtener momentos de calidad.

Gracias por detenerte un momento a leer y comentar mi publicación, saludos y bendiciones para todos.