Durante el avance de nuestra vida, experimentamos situaciones que de alguna manera u otras nos transmiten experiencias que tienen la facultad de ayudarnos a tener desempeños acordes a la etapa que estamos viviendo en un momento específico e incluso; también nos preparan para las vivencias que exploraremos en tiempo futurista.

  Gracias a las vivencias que adquirimos diariamente podemos decir que, la vida es nuestra maestra porque, a través de ella es que adquirimos las herramientas necesarias para poder desempeñarnos exitosamente en cada circunstancia que debemos explorar por ello, es indispensable que dicha situación sea visualizada como una oportunidad para evolucionar.

  A medida de que va transcurriendo nuestra vida, experimentamos situaciones que se encargan de transmitirnos las herramientas adecuadas para poder desempeñarnos de manera exitosa en nuestro día a día ya que, gracias a esos elementos, tenemos la facultad de afrontar al igual que gestionar la situación que se nos pueda presentar en un momento específico por lo tanto, cuando alcanzamos dicho nivel de gestión y afrontamiento, podemos decir que somos personas que poseen madurez psicológica.

  Por lo anteriormente mencionado tengamos la certeza de que, la madurez nos conduce a tomar las decisiones de manera equilibrada porque, una persona con razonamiento maduro comprende que toda acción o reacción genera consecuencias y, debemos asumirlas con responsabilidad.

  Soy partidaria de creer que la edad solamente es cuestión de números por lo tanto, las circunstancias que diariamente vivimos durante el transcurso de nuestra vida, prácticamente son las que realmente se encargan de transmitirnos la experiencia necesaria y, soy consciente que algunas personas se adelantan o atrasan en ciertas experiencias de la vida pero, aún así continúo pensando que esto no sucede por asuntos de edad sino que, las situaciones que suceden en nuestro entorno permiten que sea de esa manera porque, a pesar de que somos nosotros quienes generamos una circunstancia, el entorno donde nos desempeñamos también ayuda al condicionar todo de acuerdo a nuestras acciones individuales y sociales.

  La vida se caracteriza por ser una constante aprendiz por ello, más allá de concentrarnos en la edad, debemos enfocarnos en adquirir todas las herramientas que tiene la circunstancia actual que estamos viviendo y, si es cuestión de provocarla, vamos a hacerlo porque, mientras más ejecutemos esas experiencias, mejores aprendices de la vida somos.

  Estoy segura de que los adultos aprenden en gran medida de los jóvenes porque, a pesar de que ellos están viviendo el mismo tiempo que el joven, la realidad es que todo a nivel social cambia y, aquí es donde el adulto necesita de la juventud. Una prueba de esto es que, he visto a los adolescentes enseñarles las personas mayores a realizar una actividad desde las herramientas tecnológicas que hoy día tenemos o, en su defecto, les explican cómo actúa la sociedad actual y gracias a esta interacción que se genera, ellos tienen la facultad de realizar sus actividades sin tantos inconvenientes e incluso, no se sienten excluidos o avergonzados.

  Aunado a lo anteriormente mencionado, también se ha dado la novedad de que, los jóvenes comparten sus experiencias con los adultos y, en vista de que por alguna u otra razón ellos no tuvieron que experimentar esas circunstancias de esa manera o algo similar, a través de la juventud aprenden y, aquí es donde recuerdo que, en una ocasión alguien me dijo que, el adulto ve a los jóvenes como sus nuevos maestros.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!

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