Saludos, amigos de Steem Sports.

Para mí es un grato placer participar comentando sobre ésta chica de 25 años, que nos hizo regocijarnos la semana pasada, con su ejecución deportiva tan perfecta, hecha con tal destreza que diríamos que no le fue difícil ganar la presea dorada.

Pareciera que para ella fue 'pan comido' ese súper salto que le dió el récord Mundial y Olímpico.
Desde su clasificación, que logró con un buen margen y sin mucho esfuerzo, el día anterior, Yulimar lo tenía ya definido. Ser una campeona y hacerlo para poner en alto su origen: Venezuela.

_{Imagen obtenida de GettyImages (propiedad de Christian Petersen) editada con InShot, exclusivamente para éste post.
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Desde chamita, Yulimar era una ganadora de medallas, en su cuenta de Twitter, publicó una imagen de su origen humilde y de las medallas que colgaba del techo de su morada. Cuenta además que le temía a las tormentas, que seguramente vulneraban su vivienda, pero muy a pesar de eso, tuvo la visión de retar y cambiar su destino, logrando ser por estos días la gran protagonista y reina de Tokio 2020.

A mi forma de ver, ésta chica vuela.

Con semejante estatura de 1.92, su constancia en el entrenamiento y tanta trayectoria deportiva no es difícil lograr tal desplazamiento. Es como ver a un guepardo correr, porque anatómicamente está diseñado para ello.

Es una mujer que se empeñó en ser luz en medio de las sombras. Se mudó a otro país para entrenar y cumplir su visión de traer una medalla de oro para la pequeña Venecia.

Nos dejó boquiabiertos con su capacidad y tezón.

Es una deportista que nació sobrada, en cuanto a capacidad y resistencia, superando sus propios avances en cada cruzada deportiva.
Bien por esta medallista, la veremos en París 2024, a ver qué nos trae con su voluntad y su súper cuerpo volador.
Aplausos de pie para ella.