El cambio de Messi / The change of MessisteemCreated with Sketch.

in hive-130734 •  3 years ago 

En algunas emisiones de programas de fútbol de Argentina he escuchado durante esta Copa América a periodistas y exjugadores decir cosas por el estilo de que Messi está en su mejor momento en la selección Argentina, que está con más compromiso que nunca, que está más líder que nunca… En las disquisiciones al respecto, más largas que lo que valdría reproducir aquí, veo un error importante, que es sobre lo que hablaré aquí: el cambio en el rendimiento de Messi, que lo hay, no es por mayor compromiso o actitud como habitualmente estas se entienden en el fútbol.

Este error nace, en buena parte, de un errado análisis futbolístico. Como Messi participa con más constancia que en tiempos pasados, algunos concluyen que está más metido que antes, pero Messi participaba menos cantidad de veces cuando estaba en sus veinte porque su máxima distinción de ese entonces era su habilidad de gambetear como ningún otro: podía agarrar la pelota cerca de la mitad de la cancha e intentar gambetear muchas veces por partido a dos, tres o cuatro rivales, y tendría un alto porcentaje de eficacia, con lo que creaba muchas chances de gol para sí mismo u otros de ese modo. Pero este tipo de jugadas no eran gratis: le requerían mucho esfuerzo del tipo de los atletas que corren los cien metros, contrario a los que corren maratones, siendo este último el tipo de esfuerzo que predominaba en, por ejemplo, Xavi e Iniesta, o el argentino Banega, para participar activamente durante todo el partido. Por lo tanto, para hacer estas jugadas, lo mejor para Messi era conservar sus energías para realizarlas, y si no participaba tanto del juego como consecuencia, su efectividad superior a la de cualquier otro hacía que este “intercambio” fuera muy positivo para el Barcelona; no siendo tan positivo en algunas de sus etapas en la selección (etapas que podrían analizarse en función de los muchos directores técnicos que ha tenido allí, con distintos estilos de juego): en algunas de ellas, como la etapa Maradona, creo que habría sido más positivo para el equipo reducir su número de jugadas explosivas para incrementar su participación.

No obstante esto último, el punto aquí es que Messi fue reduciendo gradualmente la cantidad de jugadas explosivas, al mismo tiempo que incrementaba su participación en cantidad en el juego, con su acercamiento a los treinta años: la capacidad maratonística disminuye menos con el incremento de edad que la capacidad explosiva, y como además de la capacidad explosiva también disminuye su velocidad y aceleración, su efectividad disminuye, por lo que ya no sería negocio para el equipo su modo de participación anterior, y Messi supo adaptarse a esto para continuar siendo el mejor del mundo aceptando esa transición de su estilo de juego. Y en esta transición fue fundamental Luis Enrique y la llegada de Suárez al Barcelona, pues Luis Enrique, teniendo además a Neymar, quitó a Messi de la posición de falso nueve para que Suárez sea el nueve, y Messi pasó a ser un enganche con tendencia a ir por la derecha, y en este período estuvo el mejor Messi de todos: siguió haciendo muchísimo goles, pero además empezó a sumar muchos más pases gol y a participar aún más de la creación de juego.

Posteriormente a Luis Enrique, Messi se fue alejando aún más de jugar por la derecha para ser un enganche total, más participativo, a cambio de ir disminuyendo su cantidad de goles al alejarse más del arco y por su pérdida de desequilibrio individual por la edad; pasó a usar más su capacidad maratonistica, pero además fue incrementando su capacidad de elección para decidir cuáles son las situaciones en las que puede explotar al máximo su capacidad, que siguió y sigue siendo alta, de elite, para crear chacnes de gol para sí o para otros mediante gambetear a dos o tres jugadores (difícilmente ya a cuatro).

Así es el Messi que participa de la Copa América con Argentina: gran capacidad para administrar su capacidad explosiva; gran capacidad para manejar el equipo usando su capacidad maratonistica que le permite incluso colaborar en la defensa cuando el equipo pasa mucho tiempo defendiendo; y, sí, una mejora mental: no de compromiso, sino de manejo de frustración: ya no baja su rendimiento por períodos largos de un partido cuando se frustra con alguna mala propia o por el bajo nivel de su equipo, sino que mantiene la capacidad de seguir haciendo la mejor jugada que la situación permite; y su mayor muestra de liderazgo más allá de lo estrictamente futbolístico se debe a un “paso de antorcha natural”: tras el recambio generacional que hubo en la selección después del mundial de Rusia, si él no tomaba el liderazgo, este habría recaído en jóvenes de por sí y además con poca experiencia en la selección, así que él decidió hacerse cargo para que no cayera sobre los nuevos más presión de la necesaria y pudieran dar lo mejor de sí.

Estas son las razones del cambio de Messi en la selección, que reconociendo una mejora emocional sobre la frustración, son principalmente futbolísticas de su estilo de juego, a lo que añado algo más, resumidamente para no hacer esto ya demasiado largo: la selección argentina, mientras que posiblemente con nombres menos importantes que en tiempos pasados, forma (mérito del entrenador aquí) con jugadores de CARACTERÍSTICAS que benefician a Messi para que despliegue su juego al máximo, aun si no son desplegadas en un nivel muy alto y aun a pesar de que obviamente le resulta una desventaja que el equipo se eche atrás después de anotar un gol, y el símbolo de esto son los laterales de la selección (el puesto grandemente subestimado por los entrenadores de selección argentina durante mucho tiempo): por primera vez en su carrera en la selección, Messi juega con dos laterales (Molina o Montiel por derecha y Acuña o Tagliafico por izquierda) que pasan al ataque con criterio y habilidad ofensiva.

Messi ha cambiado pero no ha mejorado notablemente fuera de los tiros libres y su habilidad con su pierna derecha: su estilo de juego, con la excepción ya mencionada, siempre ha sido el mejor posible para el equipo de acuerdo a sus capacidades físicas del momento, y por eso se ha mantenido tanto tiempo, y aún le queda, en la cima del fútbol, si acaso no absoluta por la existencia de Neymar y Cristiano, cima de todos modos.



In some football programs of Argentina I have heard during this Copa América from journalists and some exfootball players that Messi is giving his best performance ever at the national team, and that sort of things, such as “he is more driven than ever”, “he is leading like he never had”… I notice in this sort of speeches, longer than what it would be worth to reproduce here, an important mistake, which is about what I’ll talk about here: the change in Messi’s performance, which there is but it is not due to a greater compromise or a different attitude as these two things are usually understood in football terms.

This error is born, in a good part, from a wrong football analysis. Because Messi is participating more times per game, some conclude that he is more driven than at previous times; however, Messi used to have fewer participations during his twenties because at that time his greater distinction was that he could dribble like no one else: he could grab the ball near the midfield and try many times per game to dribble past two, three, or four rivals, and he would have a great percentage of success in creating with this goal chances for himself or for his teammates. But this sort of moves would not be cheap: they would require of him a lot of physical effort of the kind athletes use to run the one hundred meters, contrary to the kind of physical effort that is used by marathon runners, being this last kind the one used by Xavi or Iniesta, or Argentinian Banega, to participate actively during a whole game. Therefore, to make this kind of moves, the best for Messi was to keep his strength to make these, and if he would not participate as much of the game as a consequence, his effectiveness when making them –greater than any other player– would make them worthy and most positive of this “trade” for Barcelona; not being, nonetheless as much good during some of Messi’s eras at the national team (eras that for analytical purposes could be divided in regards to the many different coaches he had there, with their different styles of playing): at some of them, such as the Maradona’s one, I think it would have been better for the team to reduce the number of explosive moves in favour of increasing his active participation time per game.

Leaving this last thing aside, the point here is that as Messi approached his thirty years old, he gradually started to reduce the amount of explosive moves per game he would make, and he would in return increase his amount of active participations per game: the marathonistic capacity diminishes less as you get older than the explosive capacity, and with the less explosive capacity, the less acceleration and speed you have, and therefore you lose effectiveness, and therefore your previous style of play would cease to be a good business for the team; and Messi acknowledged and adapted to this to keep being the best player of the world. For this transition it was of paramount importance the arrival to Barcelona of coach Luis Enrique and middle forward Luis Suárez, for Luis Enrique, besides already having Neymar, took Messi apart from the position of false nine so that Suárez could be the nine, whereas Messi moved onto being a number ten, an enganche –though with an understandable tendency towards the right–, and it was in this period that I believe that we’ve seen the best Messi of all, as he kept making an enormous amount of goals but he also added launching a great more deal of goal passes and increasing his playmaking game.

Afterwards Luis Enrique’s time, Messi moved a little more away from the right to become a full and complete enganche, more participative, in exchange for diminishing his goal amount due to being further from the penalty box and due to him losing some dribble because of his age; he moved into using more of his marathonistic capacity, but he also gradually increased his choice making about in which situations it would be more profitable his capacity, still an elite one, to create goal chances for himself or his teammates by dribbling two or three players (hardly by now four).

So, here we have the Messi that participates in Copa América: great capacity to administrate his explosive capacities; great playmaking ability using his marathonistic capacity, which also allows him to collaborate to defend a little when the team spends a lot of time defending close to their goal kepper; and, yes, an mental improvement, yet not of compromise, but of handling frustration: his performance doesn’t diminishes now by long periods of time when he gets frustrated because of a mistake he made or the team is performing badly: instead he keeps himself lucid enough to keep trying to make the best move possible for any given situation; and his greater deployment of leadership beyond what is ball related, this is due to a natural develop as the national team underwent a big generational change after world cup 2018, so that if he did not take the leadership, who would have done it? He step up to fill this role so that it would not fall upon his newer teammates more pressure than necessary and they could give out the best of themselves.

These are the reasons for Messi’s change in the national team; while acknowledging an emotional improvement about handling frustration, they are mainly style of playing related, to which I add one more thing: while possibly there are not as important names in the team as a few years back, the lineup has lately (merit of the coach, Scaloni) been made with players who possess certain CHARACTERISTICS which are beneficial for Messi’s play, even if they are not displayed in a very high level, and even taking into account the disadvantage it is for Messi that the team moves to play quite defensively after scoring one goal; the symbol of this characteristics improvement are the sideways defenders (positions greatly underestimated by Argentina’s coaches for a long time): for the first time in his career in the major national team, Messi is playing with two sideways defenders (Molina or Montiel on the right and Acuña or Tagliafico on the left) that attack with both criteria and offensive abilities.

Messi indeed has changed but he did not improve his ball skills significantly other than at free kicks and at using his right foot: his style of playing, with the mentioned exception, has always been the best possible for the team in accordance with his physical abilities of the moment, and that is why he has been able to remain so much time, and some still remains, at the top of football, if at times not at the absolute top due to the existence of Neymar and Cristiano, the top threat least nonetheless.

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