El tema de esta semana es interesante. Hablar sobre las convicciones y hasta donde se puede llegar por defenderlas.

Una persona con principios y valores bien afianzados, no pestañeará al momento de tener que defender su posición, sin embargo, en cualquier tiempo, circunstancia o condición, algunos se dejan llevar por mantener la seguridad de su trabajo, haciendo a un lado dichos principios.

Ante momentos de crisis, he visto personas tener que doblegarse, tener que permitir una situación con la que no están de acuerdo, lo peor no es eso, sino la posición que asumen donde, a pesar de no poder lograr revertir la situación, tampoco se manifiestan en contra de ella, por temor, por miedo a ser coaccionados o de perder su fuente de trabajo.

También he sido testigo de otros, que han defendido sus convicciones, aunque han pagado un alto precio por ello, pero siempre con la cabeza en alto, con dignidad y con honestidad. A ellos, la vida misma les recompensa con mejores oportunidades.

Un verdadero Líder, es capaz de interceder ante una situación que vaya en contra de sus principios, de no lograr la solución, será incluso capaz de presentar su renuncia. Es de los que piensan que si eso pasó con otra persona, también puede suceder con ellos.