Un buen Líder es tomado como un ejemplo seguir, solo hay que echar una mirada al pasado para identificar varios modelos de verdadero Liderazgo, entre ellos tenemos algunos muy conocidos y otros un poco anónimos, por ejemplo: Jesús de Nazareth, Ghandi, Martin Luther King, Madre Teresa de Calcuta, el Papa Juan Pablo II (entre los Líderes de Fe) Simón Bolívar, Rafael Urdaneta, Francisco de Miranda (entre los Líderes militares de nuestra era independentista en @Venezuela), Simón Rodríguez, Lía Bermúdez, Andrés Bello, Arturo Uslar Pietri, Gabriel García Márquez, Paulo Cohello, Simón Díaz (entre los líderes de Arte, Educación y cultura), Sir Robert Baden Powell (Fundador del movimiento juvenil más grande y antiguo del planeta, los Boy Scouts), y podemos seguir nombrando muchos más en referencia de sus áreas.

Si los tomamos a ellos como ejemplo, y evaluamos sus conductas y procederes, tenemos un perfil enmarcado en conductas de responsabilidad para con sus seguidores, donde el sacrificio, la bondad, el amor y el respeto han sido el modelo inspirador que ha permitido que su liderazgo se fortalezca aún después de su muerte, (alguna vez escuché decir que una persona puede morir físicamente, pero se mantiene viva en virtud de la huella que deje en sus seres queridos y la manera en que éste es recordado).

En nuestras familias, tenemos un modelo a seguir, bien sea el padre, la madre, un hermano mayor, un abuelo, un tío, siempre habrá alguien que (sin saberlo) sea el Líder, el marco de referencia y todos lo respetan, admiran y quieren por ello.

Por esta razón, aquellos que ostenten cargos de dirección de personas, deben estudiar mucho el liderazgo, como ciencia, como arte, como herramienta, como el camino para hacer la diferencia.