Nunca he ocultado lo que siento: digo lo me gusta y lo que no, a veces sin medirlas consecuencias de lo que implica la sinceridad. Una vez estando en cuarto grado le dije a mi maestra que se llamaba Nívea, que quería ser como ella. Ella me miró con ternura, me abrazó y me dijo: "Veo en tu mirada, que serás mejor que yo", y aunque no hubo promesas, me emocionó saber que alguien creyera en mí, en mi potencial.

Egresé de sexto grado con 12 años de edad. Cursé de séptimo a noveno en el liceo "Pedro José Salazar"; y luego ingresé a estudiar Bachillerato en Humanidades. Siempre me ha gustado leer. Mi relación con los números no ha sido de intimidad. De allí egresé cuando tenía 17 años. Recibí mi título vestida de negro, porque tres meses antes mi graduación mi padre había muerto. Lamenté mucho su ausencia.

Cuando debía decidir qué carrera estudiar, recordé a mi maestra Nívea, y no dudé en optar por la carrera de Educación, Mención Castellano y Literatura. Salí seleccionada y me fui de mi pueblo natal, Carúpano, para Cumaná. Allá el castillo era inmenso y quedaba frente al mar, tenía como nombre Universidad de Oriente, Núcleo de Sucre. Allí había muchas hadas de colores variopintos y yo prendía mi lámpara día tras día soñando un día ser como ellas.

De la universidad de Oriente, Núcleo de Sucre, egresé en el año 1997 con el título de Lic. en Educación Castellano y literatura y con una Mención Honorífica Cum Laude que me permitiría comenzar a trabajar en la referida casa de estudio. Aquí estoy con mis credenciales, consolidando mis sueños:

Invito a mis amigos @marcybetancourt, @isauris y @palabreador a participar en este concurso. Aquí la información