En esta nueva entrega, el Área de Cultura, Sociedad y Ambiente de Cervantes Ciencias, dedicará su espacio para socializar los avances de la literatura científica internacional, y algunas preguntas pendientes en torno al nuevo Coronavirus, enfermedad que a finales de diciembre del 2019, fue notificada por las autoridades sanitarias de la ciudad de Wuhan (China), cuya velocidad de transmisión y contagio ha generado una oleada de pánico e incertidumbre a escala global.

De acuerdo, a registros sanitarios reportados por las autoridades de la ciudad de Wuhan (China), las primeras personas infectadas por Coronavirus, tenían en común frecuentar el mercado mayorista de mariscos de Huanan, así que se consideró el mercado como la fuente más probable del brote del virus, razón por la cual, y para evitar brotes epidemiológicos el 01 de enero de 2020, se tomó la decisión de cerrar el mercado.

Múltiples análisis de secuencia genética, sugieren que los Murciélagos podrían ser el huésped original del virus, esto porque, se ha encontrado convergencia entre el SARS-CoV-2, determinándose que al menos del 96% del genoma del virus que transmiten los murciélagos, es idéntico a nivel del genoma completo del nuevo Coronavirus, de allí que, estos reveladores datos confirman que el brote se haya iniciado en el mercado mayorista de Huanan, caracterizado por vender alimentos a base de murciélagos, ranas, serpientes, y por tener un pésimo nivel de salubridad.

Aun cuando, los científicos han vinculado filogenéticamente al nuevo Coronavirus con el virus que transmiten los murciélagos, a la fecha, no se ha calculado con exactitud la tasa de mutación del nuevo Coronavirus, por lo que, la evaluación de su evolución genética a lo largo del tiempo podría tener importantes repercusiones en la planificación estratégica para su prevención, así como en el desarrollo de vacunas y terapias basadas en anticuerpos.

Otro de los elementos, objeto a investigación relacionados al comportamiento del virus, tiene que ver con la exactitud del proceso de incubación, esto porque, inicialmente se estimó que la incubación variaba entre los 5 a 6 días, luego se detectó que el rango puede oscilar hasta 14 días, de allí que, dilucidar el verdadero tiempo de incubación podría mejorar las estimaciones de las tasas de infecciones asintomáticas y subclínicas, aumentando así la especificidad en la detección, y cambiar significativamente los modelos de proyección de las previsiones sobre la evolución de los brotes en todo el mundo.

Debido al comportamiento anormal del nuevo Coronavirus, a la fecha no hay vacunas, ni tratamiento antiviral específico para contrarrestar esta inusual enfermedad, no obstante, en las últimas semanas se han realizados pruebas exhaustivas con interferón recombinante, e infusiones de plasma sanguíneo de las personas que se han recuperado de la COVID-19, para tratar a los sujetos infectados, encontrándose resultados alentadores.

[1] Zhou P., Yang X., Wang X., Hu B., Zhang L., Zhang W., Si H., Zhu Y., Li B., and Huang C. Pneumonia outbreak associated with a new coronavirus of probable bat origin. Nature 2020, doi: 10.1038/s41586-020-2012-7.

[2] Zhao Z., Li H., Wu X., Zhong Y., Zhang K., Zhang Y., Boerwinkle E., and Fu Y. Moderate mutation rate in the SARS coronavirus genome and its implications. BMC Evol Biol. 2004, 28, 21.

¿Cómo no iba a intervenir la tecnología en el diagnóstico, el tratamiento y el combate contra la enfermedad de moda? ¿Hay alguna duda sobre si los humanos nos servimos de nuestro ingenio para que la salud prevalezca? Si tienen preguntas al respecto, acá intentaremos despejarlas. Un despacho noticioso de BBC da cuenta sobre los avances que están siendo usados para intentar contener una pandemia del COVID-19, nombre científico que se le ha dado al Coronavirus.

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Siendo China el punto 0 de la enfermedad y también la meca de manufactura de los artificios tecnológicos, han desplegado todo el un arsenal de ingenios que podrían ayudar a superar la urgencia crítica que se ha presentado, entre otros tenemos:

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_{Fuente: Pixabay}

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Robots para entregas y para desinfección: compañías chinas han estado fabricando a paso redoblado, vehículos robotizados para la entrega de paquetes y mensajería, con el fin de evitar el contacto entre seres humanos potencialmente portadores de la enfermedad; así mismo, han puesto a desinfectar sitios públicos y hospitales con robots especialmente entrenados para limpiar superficies y áreas comunes.
Software de reconocimiento facial: aunque esta tecnología ya viene siendo usada hace años en China, el software está siendo usado para identificar personas con síntomas potenciales o que no lleven puesta mascarilla en público, quienes suelen esconderse por miedo a ser colocados en cuarentena, sin saber que esa actitud pone en peligro a los demás ciudadanos sanos.

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_{Fuente: Pixabay}

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• Inteligencia artificial: hace poco, un software de inteligencia artificial, fue capaz de crear una vacuna para una enfermedad diferente, haciendo combinaciones de big data y llegando a una solución; esto mismo está siendo usado para dar búsqueda a una vacuna que prevenga la contaminación por COVID-19
• Drones: el despacho de medicación a los enfermos encerrados por cuarentena en sus hogares, está siendo entregado mediante esta tecnología puerta a puerta, con la ventaja de asegurar un monitoreo del tratamiento al enfermo por coronavirus.
• Cascos inteligentes: usados por los cuerpos de seguridad de una de las ciudades chinas y que están en la capacidad de detectar personas dentro de un rango de 5 metros, que tengan fiebre y puedan ser, en consecuencia, estar enfermos con el virus.

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Fuente: Pixabay

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Estas y otras tecnologías al servicio de la contención de la enfermedad, podrían plantear otros desafíos al público chino, ya controlados como están, de la mano del estado y del partido comunista, por ejemplo: la privacidad; sin embargo, ese es otro tema.

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Lo que depara el futuro con estas tecnologías para cuidar la salud, deja a la imaginación el potencial avance del indicador de longevidad humana. Algunos medios han asegurado que la persona a vivir más de 200 años ha nacido a la mitad de esta década.

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Para Cervantes Ciencias @fermionico