Steemit Engagement Challenge S3-W1: Mis sueños en la infancia/ por @cruzamilcar63

Saludos, amigos de SteemKids. En el marco del Steemit Engagement Challenge S3-W1, me sumo a la invitación de esta comunidad para evocar los sueños que concebimos en aquella época en que nos imaginábamos el futuro en plena concordancia con nuestras proyecciones. La edad en que el alma se parece un lienzo en blanco en el cual se esbozará todo lo que pretendemos lograr desde el idealismo más puro. Cuánto hemos alcanzado de aquellos aspiraciones, qué nos falta por hacer y cuán dispuestos estamos en continuar hacia nuestros objetivos... ¿Tienen respuestas todas estas interrogantes? Ya veremos...

_{Fuente Modificada en PowerPoint}

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¿Cuáles eran los sueños que tenías en la infancia para el futuro?

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Desde muy pequeño soñaba con ser poeta. Quizás a algunos les parezca bastante extraño, pero todo tiene su razón de ser. En el provincial pueblo del oriente venezolano donde yo nací, en ese entonces en que los sofisticados avances tecnológicos no condicionaban nuestra existencia, los cantos tradicionales, las costumbres, la cultura popular, formaba parte de la cotidianidad, de esas actividades que estaban destinadas a buscarle a la vida el lado divertido para olvidarse de las penas y del rutinario quehacer.

Mi padre fue, y se le reconoce en la actualidad, como uno de los más grandes compositores de poemas y canciones que perviven en el legado cultural de nuestro terruño. Su obra ha sido valorada positivamente, además, por los investigadores del folclor y por todas las más grandes figuras que destacan en el ámbito artístico regional. Siendo apenas un niño, más de una vez, fui testigo de sus actuaciones en certámenes de poesía oral improvisad y como protagonista de los grupos musicales que interpretaban sus canciones y fomentaban las expresiones de un lugar reconocido por su acervo musical.

Debido a esa fama de mi padre, y a la orgullosa admiración que sentía por él, yo quería también ser poeta. Por esta razón, en cuanto aprendí a leer, tomé la costumbre de sumergirme en los innumerables cuadernos y carpetas que guardaba en un enorme baúl que tenía en su cuarto. Me aprendí, desde aquel entonces, todos sus poemas, todas sus canciones, e incorporé a mi aprendizaje las distintas medidas del verso español, así como las estructuras formales de las estrofas tradicionales de la poesía popular.

Mi otro gran sueño, el cual no es más que un complemento del anterior, era ser músico. Me imaginaba, desde muy pequeño, ejecutando con gran maestría todos los instrumentos que acompañaban a nuestras melodías: el cuatro, el bandolín y la guitarra. Más tarde, cuando se expandió la visión de mi universo particular, anhelaba aprender a tocar el arpa y el violín; sin embargo, todo ello ameritaba de algunas condiciones que en mi pueblo era bien difícil alcanzar.

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¿Quién te apoyó en esos sueños?

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Mi padre y mi madre, mientras estuvieron en este mundo, me apoyaron siempre en tan altas aspiraciones. Ambos experimentaron una emoción superlativa la primera vez que les mostré una creación poética salida de mi inspiración. Se trataba de unos versos que hablaban del amor y la amistad, a los cuales después les compuse la música y se convirtieron en una canción que se hizo muy popular entre los familiares y conocidos de mi pueblo.

Toda la familia fue también solidaria conmigo, por supuesto. Mis seis hermanos y los parientes más cercanos, influenciados igualmente por la herencia de nuestro padre y por el gran apego de nuestro terruño a la música y la poesía, en todas las reuniones interpretaban esa y todas las canciones que compuse después. Años más tarde, cuando decidí estudiar en la universidad la única carrera que me pareció en consonancia con mi vocación, Castellano y Literatura, nunca me faltó el apoyo de mis familiares. Mis logros, tanto los académicos como los de compositor, fueron siempre celebrados con alegría, incluso, por gran parte del pueblo.

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¿Cuál de esos sueños has logrado?

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Una vez que comencé a estudiar formalmente la poesía, tomé conciencia de que esta no se trataba solo de hilvanar versos rimados a través de fórmulas estróficas preconcebidas. Existía una profundidad conceptual mucho más allá de lo que, hasta ese momento, yo manejaba. Sin embargo, me dispuse a aprender todo lo posible sobre estos tópicos, lo cual me permitió alcanzar, más tarde, ciertos logros.

En los últimos años, resulté ganador de un concurso de poesía, cuya premiación incluía la publicación del libro, como en efecto se hizo. Muchos de mis poemas, por otra parte, han aparecido en algunas revistas literaria y casi todas las canciones que he compuesto hasta ahora han sido grabadas por grupos musicales del oriente del país. Puedo decir entonces que, aunque mi nombre no ha alcanzado una gran resonancia como poeta, tengo una humilde obra que mostrar para mi orgullo y de quienes se presten a valorarla.

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¿Cuál no lograste? ¿Qué crees que salió mal?

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Mi sueño de ser músico fue el que no avanzó tanto como yo anhelaba. Aprendí a tocar el cuatro, el instrumento venezolano por antonomasia, observando en plena ejecución a los músicos de mi pueblo. A estos les debo sus lecciones y atenciones cada vez que yo les preguntaba algo sobre las notas y otros aspectos relacionados con esta actividad. Sin embargo, ellos solo podían explicarme cuestiones básicas, basadas en la pura experiencia, ya que ninguno había estudiado la música de manera formal.

Para incursionar en los profundos talentos de este arte era necesario que estuviese inscrito en una escuela especializada. La única que existía para aquel entonces estaba ubicada lejos de mi pueblo, además debía pagarse una costosa mensualidad para acceder a sus aulas y era imposible para mis padres costear esos gastos. De manera que todo lo que pude aprender sobre este arte fue a través de mi empeño y dedicación por ejecutar al menos nuestro instrumento insignia.

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_{Invito a los amigos: @leicorp1, @rmm31 y @kawsar. Para ellos y todos quienes deseen participar, les dejo por aquí la información sobre el concurso.}