Cuando era niña, para mi era muy fácil imaginarme mi propio mundo. Imaginar era mi pasatiempo preferido después de ver mis series animadas. Me gustaba siempre hablar de las cosas que quería con mi papá y era hermoso saber que él me escuchaba atentamente.

La casa donde crecí la construyo él con sus propias manos, así que pude observar desde muy cerquita todo ese proceso, incluso el me dio a elegir el lugar donde quería que estuviera mi primera habitación.En ocasiones él me llevaba a su trabajo y podía presenciar como el hacía que las apariencias de las casas mejorara (él remodelaba casas), así que siempre soñaba con que nuestra casa era una gran mansión, de dos pisos, con ventanales grandes, pisos de cerámica y muchas otras cosas más. Y así iba sucediendo, pero luego vinieron los inconvenientes y nuestra casita quedó a mitad de construcción, hasta que finalmente se vendió.

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Pero después de eso igual seguía soñando con vivir en una gran casa que tuviera muchos espacios para jugar libremente, que mi habitación tuviera su propio baño y una cama súper gigante para invitar a todas mis primas a hacer pijamadas. Y curiosamente, aunque no sabía a que quería dedicarme profesionalmente, imaginaba tener una habitación adicional donde pudiera trabajar mis manualidades (es que veía mucho art attack) y aun hoy deseo tener esa habitación, que ya le llamo “mi estudio”.

Lastimosamente la vida me ha llevado por senderos muy diferentes a los que soñaba, pero lo bueno es que esos sueños han evolucionado juntamente conmigo, ahora quiero tener una buena casa, quizás ya no tan grande pero que sea bonita y que no le falte mi estudio. Con el paso del tiempo me di cuenta que tener una casa no es tan sencillo y quizás demore mucho más de lo esperado, quizás, me toque formar una familia y trabajar en conjunto por ese sueño.

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Definitivamente soñar es maravilloso, tener algo que te motive a seguir adelante es fantástico, a nadie se le puede prohibir que tenga sus propias aspiraciones y sueñe con un futuro mágico, ademas considero que es un gran crimen llenar a los niños de pensamientos negativos, cortandoles las alas antes de que aprendan a volar.

Si yo pudiera hablar con un niño justo en este momento, le incentivaría a que luche por ese sueño, le diría que nada es fácil en este mundo, que toda acción conlleva trabajo y sacrificio pero que a pesar de todo, si nunca se rinde tarde o temprano ya estará viviendo sus propios sueños.

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Muchas gracias por leer mi post.

¡Hasta prontito!