INTRO

Yo he vivido siempre en zonas urbanas, en las cuales no existen muchos animales salvajes rondando por las calles. Sin embargo, existen excepciones: aves como las guacamayas, loros, animales como los “rapipelados” o zarigüeyas pueden ser encontrados más frecuentemente de lo esperado. Sin embargo, en zonas urbanas es más frecuente encontrar animales domésticos como los gatos y perros. En la presente oportunidad, hablaré un poco de mi amor por los gatitos.

Para no extenderme mucho , este amor surgió hace unos años con la adopción de una gatita callejera. Era pequeña y más rápido de lo que pensé ya había crecido. Y estaba embarazada. Desafortunadamente su primer gatito no vivió. Pero como no estaba muy instruida en el tema, ella no se esterilizó y así, tuvo otro gatito, esta vez macho. En su segundo parto tuvo dos gatitas de la cual una de ellas fue adoptada, las crías (hembra y macho) se quedaron con nosotros. Un día, la gatita madre no apareció. Dos días. Tres y hasta una semana. Y nunca más volvió.

Luego se supo que cerca de por aquí estaban sacrificando animales y filmándolas para vender el material, algo despreciable. De todas maneras, ella no apareció.