¡Hola amigos de Recreative Steem! En esta ocasión quiero unirme al Concurso Historias en Blanco y Negro (5ta edición), propuesto por el compañero @oneray.

Imagen del concurso

Y justo en ese momento el barco se sacudió en medio de un estruendo espantoso, porque acababa de chocar con los salientes rocosos cercanos a la costa.

Y en eso se escuchó el último grito de la cocinera: "¡Madre mía! ¡Si no salgo de esta y alguien se salva, por favor, que le diga al Moncho que dejé escondidos 100 dólares en la jarra verde de la cocina!”

El Capitán del humilde barco, tan viejo como esa estructura de hierro flotante, hizo sonar la campana de alerta mientras intentaba maniobrar en medio de una zona que para él era totalmente desconocida. Cada golpe que recibía el barco hacía que el corazón de los tripulantes saltara del susto, quiénes sabían de antemano que el bote de emergencias no era lo suficientemente grande cómo para que todos escapasen de esa situación en el peor de los escenarios.

El capitán del barco maniobraba intentando evitar la catástrofe

El agua ya entraba por un casco notablemente afectado y quiénes estaban a bordo se colocaban los chalecos salvavidas, preparados para abandonar la embarcación, sin tener muy en claro hacia qué punto descender el bote de emergencias; el agua, oscura y turbia, no les permitía observar un buen punto de descenso, mientras que el fuerte oleaje que rompía con las rocas convertía esa simple tarea en una misión casi imposible de lograr.

Armados de valor y por órdenes de su capitán, los marineros descendieron poco a poco el pequeño bote, olvidándose de la cocinera, quién estaba en uno de los compartimientos más bajos de todo el barco y avisando al capitán de esta situación, quien al encontrarse solo y observar que la proa estaba bastante sumergida en la mar, decidió descender en búsqueda de su esposa: esa cocinera que le había acompañado en sus labores durante casi 40 años desde el momento en el cual compraron el barco con todos sus ahorros y con quién compartía el camarote al estar en puerto seguro.

Imagen creada en Canva

El Capitán, al no poder encontrarle en los compartimientos cercanos, se sumergió más y más, sin tomar en cuenta la distancia hacia la salida, encontrando a su amada inconsciente bajo el agua, a la cual intentó sacar del sitio, pero siendo su misión en vano. Sus pulmones ya no eran los mismos de cuando estaba jóven pero se atrevió a no dejar a su amada atrás e intentar salvarla. Esa pareja murió junto a su barco; en ese mar que tantas aventuras les había dado, pero cumpliendo un marinero con el aviso de la cocinera: Moncho pudo encontrar los 100$ que estaban escondidos en la jarra verde de la cocina, tras comerse las últimas galletas hechas por su abuela…

De esta manera finalizo mi participación, no sin antes invitar a @haidee, @sabrip y @tahispadron a participar en esta dinámica a través del siguiente Enlace. Muchas gracias a todos por leerme. ¡Saludos y Bendiciones!

Hasta la próxima