MIÉRCOLES DE LITERATURA/ Relato/ Anécdotas de mis viajes.

Disfrutaba mis vacaciones laborales viajando por el país, conoci las capitales de 23 estados de un territorio y algunas de las ciudades importantes del país, armada con un mapa sabia las distancias que separaban a un lugar de otro y además estaba atenta a diferencias en la vía que pudieran servirme de guia en mi recorrido, un cerro, un arbol, una gasolinera, puentes todo lo anotaba en una libreta y los kilómetros entre ese lugar y otro que a mi parecer pudiera ser de utilidad en otro momento.

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No viajaba de noche por temor, previendo que pudiera presentarse algún inconveniente por leve que este fuera, la oscuridad lo convertiría en grave, por tal motivo calculaba las horas que tardaría en llegar al equis lugar, tomaba en cuenta la velocidad media que llevaría durante el recorrido las paradas a tomar café y para estirar las piernas.

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De esos tiempos tengo algunas anécdotas que contar, situaciones imprevistas que escapan de nuestro control. En una ocasión viajando hacia Valencia en el tramo Valle la Pascua Chaguaramas, de un autobús lanzaron una botella impacto sobre el vidrio delantero de mi carro volviendo cuadritos, era un dia domingo todos los negocios cerrados y sin conocer el ambiente, afortunadamente pasaba una familia vio la situación brindandome su ayuda hasta superar el problema.


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En otra oportunidad el carro se apagó con apenas tiempo para orillar, estaba a 40 kilómetros del pueblo más cercano, la noche estaba encima sentí miedo pensaba sería difícil que alguien a esa hora se detuviera para auxiliarme, pero Dios mandó en mi ayuda a un Ángel terrenal, eso creí en aquel momento y lo sigo creyendo.


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Un susto grande pase a pocos kilómetros de San Juan de los Morros, dos gandolas se adelantaban en una semi curva venían encendiendo las luces, las vi cuando estaban muy cerca, me aparté a un estrecho lugar entre el hombrillo y un cerro, instintivamente cruce los brazos sobre el volante colocando la cabeza sobre de ellos cerré los ojos para esperar el golpe fatal, la gandola que venia por mi derecha en el último instante pudo adelantar a la otra desechandome abrí los ojos y respire profundo, no era mi dia.


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Tambien pasan asuntos que dan risa, un dia me sorprendio una culebrita que sin apuro cruzaba la carretera, al verla retire el pie del acelerador y con fuerza me aferre del volante, pero al instante recupere la cordura reí al pensar en lo valiente que soy,


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Gracias amigos por leer mi publicación saludos y hasta pronto.