CONCURSO: ¿CÓMO TERMINARÍAS LA HISTORIA?/ "El joven escritor"

Antecedentes

La sangría en los pacientes, como tratamiento médico, era una práctica que remontaba de la antigua Grecia. Esta consistía en extraer sangre del enfermo para equilibrar los “humores” de su cuerpo, cuyo desbalance se suponía la causa de las enfermedades. A finales del segundo milenio y con la aparición de los test de medicina moderna, se llegó a demostrar que su uso causaba más daño que beneficio, e incluso podía causar la muerte. La víctima más notable de este procedimiento fue el presidente George Washington quien falleció después de aplicársele tres sangrías.

_{Fuente 1 Fuente 2 Modificadas con PowerPoint.}

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El joven escritor

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Inicio de la historia

El doctor LeBrón era un médico tradicionalista y defensor de la sangría aún a finales del siglo XX. Tenía una familia grande y uno de sus hijos, Robert, también estudió medicina. Las visiones y paradigmas de ambos eran opuestas. Robert decía que la sangría era un método inútil y peligroso y su padre lo defendía con ahínco.

El hijo menor de la familia comenzó a presentar fatiga, dificultad para respirar e hinchazón en las manos y piernas. Para LeBrón la solución era obvia. La sangría. Para Robert no. Temía que este procedimiento terminaría matando a su hermano. La realidad era que el niño tenía una hemoglobina muy baja y el sangrado iba a causarle la muerte. Lo peor. Quien tenía el poder de decisión era el padre. Robert tenía que hacer algo.

Apenas había leído estos dos párrafos, cuando cerró el manuscrito, se despojó de los lentes y le dijo, con una incredulidad desproporcionada: Pero, amigo Luciano, este cuento suyo comienza con un anacronismo insostenible. Quién puede pensar que un médico a finales del pasado siglo, ayer mismo, pues, es un defensor acérrimo de las sangrías. Antes de responderle, el joven escritor se le quedó mirando con unos ojos que comprendían exactamente lo que su afamado maestro de las letras alegaba. Es necesario que continúe leyendo, Don Porfirio, contestó, esos juegos de confusiones del tiempo son recursos narrativos que utilizo para condensar épocas y visiones de la realidad.

Pero tenga muy en cuenta, Luciano, que en algún momento debe imprimirle a la historia su dosis de sensatez. Recuerde lo que ya le he dicho, echar mano de los sueños, de la locura o de otro artificio parecido necesita de destrezas bien estructuradas, que no parezcan forzadas, introducidas sin ninguna lógica solo para resolver los problemas del escritor. Porque, piénselo bien, si después plantea usted que el Doctor Lebrón está mal de la cabeza, no se justifica la excesiva preocupación de su hijo, quien también es médico y, como tal, capaz de tomar cualquier decisión…

No es exactamente una demencia sin razón lo que explicará el empecinamiento del Doctor Lebrón -alegó Luciano interrumpiendo a Don Porfirio-. Su abuela padeció de hemocromatosis, una enfermedad hereditaria que no había aparecido posteriormente en la familia, sin embargo, su penúltima hija, nació con ese mal y murió a los pocos días por no aplicarle una flebotomía terapéutica; desde ese nefasto episodio, más nunca volvió a ser el mismo y desarrolló esa fijación por las sangrías. Pero, por favor, siga leyendo, maestro…

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Invito a los amigos: @saulvargasman, @silher, @aplausos y a todos quienes se quieran incorporar a este magnífico concurso, por aquí les dejo el link con la información.