Concurso: Historias en blanco y negro| "El Encargo"

María y Mocho regresaron a casa felices y decidieron viajar a una ciudad desconocida para Mocho. María, tras una búsqueda del dinero escondido, decidió usarlo para ayudar a niños necesitados. Aunque tenía dudas sobre el viaje, continuó empacando para complacer a Mocho. Al llegar a la ciudad, encontraron disturbios debido a resultados electorales inesperados. Refugiados en un hotel, Mocho aseguró a María que tenían dinero suficiente para esperar a que la situación mejorara. Ahora, atrapados en un país en crisis, su aventura tomó un giro inesperado, enfrentando desafíos imprevistos en lugar de la escapada soñada.

Después de haber leído el párrafo, Don Porfirio Aristimuño sonrió con resignación, ya no tenía más remedio que continuar con aquel relato que le habían encargado. Dos días antes, había recibido el correspondiente 50% del pago por adelantado y los remedios urgentes de su esposa enferma lo esfumaron en un santiamén. Evitó lamentarse de nuevo de aquel oficio de escribidor a la carta al cual el destino lo había confinado durante el otoño de su vida; de nada habían servido 28 años en la docencia universitaria, sus libros publicados ni los más altos grados académicos, tenía que buscar lo medios para subsistir y, más bien, debía dar gracias a Dios porque le salían, de vez en cuando, aquellos trabajitos.

No era muy extenso, de todas maneras, lo que debía redactar a partir de ese texto introductorio, con 500 o 600 palabras, le había dicho la persona que lo contactó, estaba bien, pero tenía que hacerlo ese mismo día y enviárselo. Don Porfirio volvió, entonces, al párrafo para ponerse a trabajar, sin embargo, no pudo impedir que su analítica mente continuara con el cuestionamiento de las ideas que se encontraban en aquel abrebocas de un relato que él solo debía continuar.

En primer lugar, se preguntó el otrora distinguido profesor, el nombre de ese personaje será Mocho o Moncho. No parece lógico, por supuesto, que el redactor se haya equivocado cuatro veces consecutivas en un texto tan breve, pero nunca se sabe; si nos ponemos a ver, literariamente hablando, Moncho es mucho más sonoro y no existe nada que nos indique alguna imperfección corporal de ese hombre que acompaña a María… No sé, yo seguiré nombrándolo Mocho, como está allí.

Luego, el espacio en que suceden los hechos me confunde, continuó Don Porfirio reflexionando. No puedo dilucidar si el viaje que realizan los dos personajes ocurre dentro del mismo país o se desplazan a una nación extranjera. Al comienzo se declara que “decidieron viajar a una ciudad desconocida para Mocho”. Y esto supone que no saldrán fuera de esa patria en que se encuentran, porque lo normal, en ese caso, es que dijeran: "Vamos al extranjero" o algo parecido. Sin embargo, hacia el final se asegura que están “atrapados en un país en crisis”, como que los personajes ignoraran la realidad de esa tierra a la que llegan.

Por donde quiera que lo examine me parece ilógico, pensó el viejo escritor. Si el viaje fue dentro la misma nación, por qué ellos no estaban enterados de que en todo el territorio había disturbios por causa de los resultados electorales. Y si se desplazaron hacia otra frontera, por qué no averiguaron primero la situación de ese destino al que se dirigían. Son demasiadas inconsistencias. Además, ese dato de que María utilizó un dinero escondido para ayudar a los niños necesitados se divorcia por completo de todo el contexto…

Para poder armar este lío, pensó en medio de un hondo suspiro Don Porfirio, no me bastan 500 palabras, creo que debo escribir una novela… A menos que continúe este párrafo expresando las confusiones de un escritor a quien le pagaron unos dólares para crear un buen relato.

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_{Invito a los amigos @meeky3, @norat23 y @sampabiswas a participar en el Concurso Historias en Blanco y Negro, moderado por el compañero @oneray.}