Dias

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Día a día parece que vivo,
día a día la muerte se aleja.

Tú no estás, y mi mundo va recuperando el sentido.

Estaba en un mundo de tinieblas, perdido,
no sabía si era de día o de noche,
no sabía si salir o entrar.
La vida se había detenido.

Pero esos días están terminando.
Ya no hay oscuridad;
el sol comenzó a brillar en mi ventana.

Nunca creí que podría salir,
encontrarme otra vez a mí mismo.
Ya no existía,
me sentía fuera de este mundo.

Ahora saludo a todos los que cruzo,
me junto con amigos y reímos sin parar.
Esto ha enriquecido mi estar,
llenando los vacíos que antes ocupaban mi tiempo.

Hoy soy más fuerte;
no necesito a nadie más.
Solo, sin depender de nadie,
si viven o mueren, no es mi asunto.

Salgo y ayudo a personas que vivieron cosas parecidas.
Ahora soy un ayudante del dolor,
y no sabía que encontraría tanto sufrimiento a mi alrededor.
Pero al convertirme en un triunfador del miedo
y un revolucionario del dolor,
he podido ver esos corazones heridos
y guiarlos hacia la paz,
una paz que se consigue
cuando no hay vínculos opresivos dominando tu tiempo y tu vida.

Es un camino que voy cerrando,
sanando sus heridas día a día.

Cada día estoy más libre, más sin ataduras.
No sé si esta paz será frágil
o si lograré consolidarla,
pero mi meta es convertirme en un ser íntegro,
lleno de luz y color,
despertando los sentidos de otros
y viendo caras felices con muy poco.

La vida aún tiene un montón de cosas por ordenar,
pero tengo la capacidad para hacerlo,
y eso es lo que hago.

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