Vamos cantando

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Voy cantando, cantando nuestra canción,

la que un día nos enamoró,

esa que nos dio tanto amor.

Y vestías de un lindo color,

reías muy fácil con mi pésimo humor.

Te dije un día de broma: "Abracémonos mejor".

Y me di vuelta, y me tomaste con fuerza,

y nunca más me soltaste.

No podíamos dormir separados,

nos quedábamos parados,

hablamos mil horas hasta entendernos.

No sé qué sería de tan larga charla.

Los días eran raros, qué sensaciones hermosas.

Se fue gestando un amor tan directo.

A Adán le sacaron la costilla para crear a Eva,

por eso nuestra unión era más allá de la comprensión.

Jóvenes llenos de pasión, llenos de emoción,

llenos de ganas de vivir.

Épocas donde todo parece brillar,

como las luces de un teatro,

de un espectáculo bellísimo.

Aprendimos a hablar,

aprendimos a mirarnos,

aprendimos a entendernos.

Mas no aprendimos a soltarnos.

Pasaron los años, y los años,

y todo seguía igual de fuerte.

¿Y te acordás cómo tuve que pelear por tu amor?

Cuando decían que no era para ti,

y fui y hablé con todos.

Nadie se hacía cargo.

Una revolución causé.

Les decía: "¿Usted habló de mí?"

"No."

"¿Usted?"

"No."

Y así, a cada uno en la reunión.

Cuando llegaste, te había hecho una casa hermosa,

todo mi amor.

Corrí para terminarla antes de tu llegada.

Y todo eso un día no valió nada.

Cómo es la vida de ingrata, de malvada.

Así entendí que el amor es un teatro sin actores,

que parece, pero no es.

Se muere como una mariposa

que vive un día.

Y no está como soñé,

hasta hacernos muy viejitos.

Como veíamos esas manos viejas,

con los dedos cruzados.

El amor faltó a clases

y no hizo la tarea.

Parece que se sacó cero.

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