The Diary Game: Jueves 27 de febrero de 2025. ¡Hasta que pude escribir un diario!!

Y después de mucho tiempo sin redactar un diario, pues aquí vamos de nuevo, las ocupaciones no me lo han permitido pero hice tiempo para contarles un poco que he estado haciendo.

Un colorido amanecer del jueves.

Mis ultimas semanas han sido bastantes complicadas a nivel laboral...

…pues luego de cinco meses de una nueva administración, la cambiaron nuevamente. Ha sido una gran sacudida para todos en la institución, porque cuando ya nos estábamos acostumbrando al ritmo de trabajo de los anteriores, nos toca nuevamente empezar de cero y con tareas inconclusas, como esta que he estado haciendo.

En estas ultimas semanas he estado coordinando nuestro traslado a la sede principal con una nueva infraestructura, puesto que fue uno de los propósitos de la administración saliente. Sin embargo la apresurada e inesperada sustitución de la cabeza del instituto dejo todas esas operaciones inconclusas y al parecer los entrantes no desean darle continuidad, pues no le ven sentido.

En los espacios de la reubicación.

El espacio es estéticamente bonito, pero es pequeño para las cosas que esperan que se hagan ahí. Debo reconocer que se ha hecho un gran esfuerzo para echar a andar este lugar, pero solo cabe material para una sola entrega. A veces las ordenes que recibimos en las instituciones parecen mas "caprichos", que cosas pensadas y estudiadas.

Intente hacerlo lo mas cómodo y dinámico, pero aun hay cosas que permanecen fuera, pues de verdad no es un espacio apropiado como el galpón donde suelo trabajar, el cual se ha deteriorado mucho debido a que se utiliza para guardar cosas inservibles que para lo que fue creado realmente.

El personal obrero armando los estantes según mis indicaciones.

Aquí lo único aparentemente bueno es que no tengo que hacer yo mismo las cosas, no me dejan. Intente agarrar unas herramientas para ayudar a los obreros y trabajar mas rápido pero ellos no me lo permitieron. Me dijeron "¡Nooo, usted es el jefe!", pero después de tantos años haciendo yo mismo estas labores en el galpón, me sentía incomodo. Solo coloque el botellón de agua en el filtro y mi jefa me llamo la atención, "Eso no lo hacen los gerentes", me dijo.

Y así pase el día, viendo a los demás trabajar mientras seguían mis instrucciones. Fue incomodo, pero según dicen es el deber ser. En la sede central cada quien cumple con sus funciones, ni mas ni menos, a diferencia de los que trabajamos en sedes foráneas, allí todos ayudamos en todo y todos nos apoyamos, sin importar el cargo.

Pasando por el Parque Los Caobos.

El día de hoy había una actividad de calle a la que no nos enviaron, con motivo de los 36 años del llamado "Caracazo", un momento de nuestra historia nacional moderna muy triste que dejo un saldo muy alto de personas fallecidas. Lo cierto es que las principales calles del centro de la ciudad estaban cerradas y era muy difícil adivinar por donde pasaban las unidades de transporte publico, aparte del colapso del metro en estas circunstancias. Al salir varios tuvimos que movilizarnos a pie.

Tuve que atravesar el parque "Los Caobos" para llegar a Plaza Venezuela, Mi intención era huir del trafico del centro y abordar la línea 4 del metro en una estación que no estuviera colapsada para ir a casa. Sin embargo recordé que tenia que preparar el envío de unos documentos desde las oficinas en los galpones hasta la sede central. Así que mis planes de irme a casa tuve que modificarlos por completo.

Ya de noche, camino a casa bien cansado.

No me demoré mucho en la oficina, pero el viaje si estuvo bien cansón. Hice lo que iba a hacer y deje todo preparado para que mi gente cuando llegara después del asueto de carnaval enviara los documentos solicitados. Sali del galpón a eso de las 6:30 de la tarde, casi de noche, ahora si para irme a casa bien cansado y volver a sede central mañana para continuar con las labores.

Así amigos culminó este fuerte y extenuante día. Espero que no se hayan estresado con este cuento y gracias si llegaste hasta el final.