"Steemit Engagement Challenge Season 8 Week 3: Smoking Kills". Mi participación

En muchas oportunidades he vivido la situación de que mientras vea la caja de cigarrillos no me dan ganas de fumar. El saber que tengo a la mano el producto no me hace que quiera consumirlo. Pero solo basta que vea que me queda uno solo o que encienda el ultimo para que me entre una desesperación al imaginarme el quedar si uno más que consumir.

De hecho, han existido casos extremos en donde he salido a las 2 o 3 de la madrugada a caminar buscando un sitio nocturno donde pueda adquirir una cajetilla de cigarrillos, michas veces pagando un precio excesivo por el producto.

Es por ello que las críticas que emiten quienes no consumen productos del tabaco carecen de fundamento al no saber los problemas psicológicos que produce la dependencia al consumo de este producto.

Este producto está hecho para crear dependientes acérrimos. Es de allí que no es nada fácil el dejarlo. No es imposible, pero es bastante difícil.

Ahora bien. Como ironía de la vida, existen dos motivos por el cual no he dejado de fumar, aun sabiendo los malos efectos físicos, psicológicos y sociales que produce el consumir este producto.

Empecé a fumar casi terminando el bachillerato. Quizás fue el hecho de imitar a alguien el que me llevo a hacerlo. Sin embargo, recuerdo que era yo precisamente el que escondía, tiraba o destrozaba los cigarrillos a mi madre.

Quizás allá sido el vaticino de mi madre, la cual en un momento de rabia por ver que le botaba los cigarrillos, declaro a toda voz esta frase YA VERAZ, ALGUN DIA FUMARAS Y SABRAS LO QUE SIENTO CADA VEZ QUE BOTAS MIS CIGARRILLOS, o simplemente, la vida me jugo una mala pasada que, al final, fue una lección.

Lo cierto es que desde los 16 años fumo y a estas alturas del juego, no creo dejarlo.

Primero porque no quiero. Es así de simple. En mi vida he enfrentado vicios. Quizás algunos más fuertes que otros. Sin embargo, los he abandonado por voluntad propia sin la necesidad de recurrir a programas especiales o alguna actividad relacionada con la adicción.

Quizás la adicción a las drogas fue el caso más fuerte dentro de mi vida. No me enorgullezco de esta etapa de mi vida, pero tampoco me arrepiento. A pesar que parezca algo lógico lo que leen, uno de mis mayores triunfos personales a sido dejarla por motivación propia.

Un primero de enero, entre las campanadas del año nuevo y la salida del sol del día de mi cumpleaños, decidí dejar las drogas. Simplemente tenia días pensando que no era el camino correcto que debería recorrer.

Así que, sin actos de magia, ni programas especiales y, mucho menos, sin alejarme de mi circulo de vida, las deje. Seguí viviendo bajo mi estilo de música preferida, seguí asistiendo a fiestas y demás acciones que realizaba en esa época asumiendo que no tenía necesidad de consumir ese tipo de producto.

Hasta el día de hoy no he consumido más drogas. ¿Qué no me creen? Es algo que está dentro de las posibilidades que existen. Lo cierto es que no sentí necesidad de seguir en eso.

Ahora bien, con el cigarro ha sido diferente. Simplemente no lo quiero dejar porque me siento bien consumiéndolo a pesar de saber los efectos negativos.

Aparte de no querer dejarlo, tengo la certeza que el hacerlo quizás sea el detonante para que lo negativo invada definitivamente mi cuerpo. Quizás muchos piensen que este tipo de pensamientos son un justificativo que me invente para seguir fumando.

Sin embargo, está demostrado a nivel médico y científico que el cambio de o eliminación de este tipo de adicción podría generar la aparición de enfermedades graves como el cáncer de pulmón.

Es quizás este hecho el que me crea un miedo y haga que no deje de fumar. Pude que sea real o solo una excusa auto infringida. Quizás lo experto en salud que están en la comunidad o quienes tengan noción de este tema y lean esta publicación, me apoyaran o refutaran estas ideas.

Es lógico pensar que más de 30 años consumiendo el coctel de la muerte han hecho cambios físicos notables. Desde el manchado de la dentadura por el consumo de productos basado en el tabaco, perdida de capacidades físicas como resistencia al correr, deficiencia respiratoria, entre otras cosas, son síntomas inequívocos del consumo del cigarrillo.

Pero dentro de este vicio que tengo y que es considerado un gran defecto por parte de quienes no fuman, llevo acciones para minimizar el impacto de mi vicio hacia el entorno que me rodea.

Nunca, pero nunca fumo en ligares donde estén concurrido. Si estoy en un restaurante y termino de comer y siento la necesidad psicológica de fumar, salgo fuera del restaurante para hacerlo. Esto lo aplico en alguna reunión o situaciones similares.

De hecho, ni en la casa donde vivo. Generalmente tenia la costumbre de fumar mientras trabajo en la PC. Pero el simple hecho de tener en casa a mi nieta sobrina, que lógicamente no fuma con tres años y a la esposa de mi sobrio que tampoco fuma, salgo al patio de la casa a consumir mi vicio.

Fuente Fuente Fuente

Es quizás el hecho de no practicar la imposición de ideas o actos, lo que me lleva a realizar este tipo de acciones. Parto de una idea muy sencilla, el hecho que yo lo haga no implica a que envuelva a mi entorno en acciones que, al final, son perjudiciales.

Trato en lo posible, metras me lo permita el entorno y no me tachen de hipócrita, de incitar a quienes me rodean a que no realicen este tipo de actos, sobre todos a los que se están iniciando o que nunca lo han hecho.

Es una campaña personal que ha logrado resultados positivos en un número reducido de personas a quienes le he propuesto la idea. Quizás no sea un logro grande, pero es un pequeño triunfo.

Considero que las campañas anti tabaco no producen el efecto deseado. Esto quizás sea por el simple motivo que implica la cantidad de dinero que se maneja dentro de esta industria.

Además, lo prohibido siempre ha sido un factor determinante para que la mayoría lo ejecute. La prohibición del consumo de alcohol en la década de los años 20 en Estados Unidos lo demostró.

Estamos en una época social donde lo prohibido genera un fuerte afecto. Sobre todo, en la población joven. El sistema esta creado y manipulado para que el mensaje llegue de manera subjetiva.

Existe una campaña de inclusión que manipula el verdadero sentido de la misma y solo se logra aceptar situaciones, actos y acciones que no van en pro de lo verdaderamente importante.

Quizás una de las acciones que podría ser positiva es la exclusión del fumador de áreas concurridas o sitios públicos. Simplemente crear una campaña en la que el fumador sea aislado de manera social. Esto, que quizás se pueda ver como un acto radical, sería una forma de minimizar el consumo de productos derivados del tabaco.

Pero es solo una idea radical de alguien que, aparte de ser fumador, ve la vida desde otro punto de vista muy, pero muy diferente.

Pueden que existan otras acciones que puedan contribuir a que muchos dejen de fumar. Una de ellas es el elevado impuesto que se les acredita a las compañías tabacaleras y que logran un incremento elevado en el precio final del producto, pero al final, se sigue vendiendo y comprando cigarrillos.

Hasta acá mi participación en el concurso. Espero estará a la altura de las circunstancias. Quisiera aprovechar, antes de despedirme, para invitar a @bippe, @marialexandra, @mvchacin, @f2i5 y a @noelisdc, para que participen en esta iniciativa.

Emoji creado en Bitmoji. Diagramación de mi autoría

Si quieres conocerme un poco más visita mi publicación de presentación en Steem atreves de este enlace