Semana 41 del concurso Steem4nigeria Accelerator: Navegando a través de conflictos

  Es un gran placer tener la oportunidad de unirme a esta nueva dinámica que han organizado en la comunidad porque, compartiré con ustedes mi punto de vista respecto a los conflictos y su resolución. Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

  Las emociones forman parte de nuestras necesidades fisiológicas por lo tanto, todas las personas durante el transcurso del día las experimentamos. Algunas de ellas son positivas pero, también están las negativas y, en el caso de estas últimas debemos trabajar para minimizarlas porque, nos pueden perjudicar en nuestro día a día.

  Entre las emociones negativas se encuentra la ira; siendo esta una sensación que estimula los conflictos externos e incluso, internos por lo tanto, cuando esa emoción está a flor de piel, se nos complica razonar y mucho menos canalizar una solución por ello, es de vital importancia aprender a gestionar la ira para así disfrutar de la paz.

  Desde pequeña aprendí a no estimular las discusiones; Tal vez mi personalidad pacífica me ayudó en esta particularidad y, aunque a medida de que fui creciendo y exponiéndome a escenarios donde el ambiente es más hostil; tuve que comenzar a emplear nuevas técnicas de meditación y gestión de mis emociones para evitar que esa tranquilidad que me caracteriza desde niña, se pierda y, a pesar de que no ha sido nada fácil; hoy día en mi etapa de juventud puedo decir que no secundo las discusiones y de ser posible evitarlas, lo hago.

  Cuando es inevitable estar en esa discusión, lo que hago es limitarme a escuchar lo que dicen porque, cuando una persona está muy molesta, no razona y mientras esté en ese estado emocional, lo que pueda decir va a irritar más a la otra persona.

  Aunado a lo anteriormente mencionado, también me gusta aplicar la técnica de inhalar y exhalar para así evitar sumergirme en la energía conflictiva que hay en el ambiente y, les confieso que en algunas ocasiones ha sucedido que la persona que está molesta se comienza a calmar cuando me ve inhalando y exhalando.

  Los desacuerdos forman parte de la convivencia ya que, es imposible que estemos de acuerdo con otras personas en todo momento por ello, pienso que es indispensable que escuchemos con mucha atención cuando estemos discutiendo porque; de esa manera nos daremos cuenta si estamos equivocados en algo para así proceder a reconocer de buena manera el error ya que, errar es de humanos pero, reconocer nuestras fallas es de sabios. De igual manera, escuchar con atención cuando estamos discutiendo es importante para poder conocer cuáles son los pensamientos y sentimientos de la otra persona y, de esa manera cuando todo esté más calmado, plantear la resolución correcta del conflicto.

  A veces durante las discusiones, hay personas que toma la decisión de irse del lugar o, se quedan allí pero su pensamiento está en otro lado y, esto más que beneficioso, lo que hace es agudizar el problema porque, con esas determinaciones ocasionamos que el desconocimiento nos invada y, lo más seguro es que la enemistad también quebrante nuestras relaciones.

  Muchas veces las discusiones detonan porque una de las personas no se siente comprendida o tomada en cuenta y, como hay un cúmulo de emociones, en ese momento estalla todo. Debido a esto, es clave escuchar los argumentos de esa persona porque, cuando compartamos nuestro punto de vista para llegar a la solución, vamos a poder emplear aspectos que no estábamos tomando en cuenta por alguna u otra razón y, en este punto es indispensable tener presente que, minimizar las emociones de otras personas, no está bien ya que, esto lo que hace es agudizar más el conflicto y en gran medida, nos proyecta como petulantes o arrogantes.

  El ambiente que hay cuando estamos en una conversación tiende a ser muy pesado porque, las emociones de ira están a flor de piel y, en estas circunstancias incluso se dicen cosas que no sentimos pero, la ausencia de razonamiento nos descontrola por ello, debemos evitar caer en la provocación ya que, en situaciones así lo que menos se quiere es seguir sumando molestias. En caso de que ya estemos sumergidos en la ira, hay que inhalar y exhalar porque, en esas situaciones nuestro cerebro nos bloquea pero, si le enviamos oxígeno a través de esta técnica, además de calmarnos, vamos a poder entender mejor lo que sucede al igual que, nuestras expresiones van a ser más certeras.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!