Tiempo libre

  Con mucha emoción digo presente en la dinámica que nos comparte nuestra compañera @ruthjoe en la que, hace la cordial invitación para que compartamos nuestro punto de vista respecto al tiempo libre. Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

  La vida del ser humano tiende a transcurrir entre diversas actividades y, esto sucede desde temprana edad porque, a pesar de que en la infancia y adolescencia no tenemos responsabilidades de adultos, están las académicas o en su defecto, extracurriculares y, estas también cuentan como ocupación.

  Todas las actividades que realizamos se hacen en un tiempo específico que organicemos y, aunque está bien mantenernos activos porque esto es sinónimo de productividad, también es indispensable que asignemos un período para descansar o recrearnos de manera diferente a nuestras actividades regulares porque, el tiempo libre nos beneficiará en la salud mental.

  Es el período que determinamos para hacer actividades que se salen de nuestros deberes laborales, académicos y el hogar por lo tanto, todo lo que realizamos durante nuestro tiempo libre no cuenta con un patrón de deber ya que, dichas actividades siempre van a estar marcadas por el descanso o, diversión. Cabe destacar que, el tiempo libre hay que emplearlo de manera prudencial porque, si diariamente lo extendemos por varias horas, dejaremos de cumplir con nuestros deberes y partiendo de esto es que, lo recomendable es ser equitativo entre el tiempo libre y los compromisos marcados por la responsabilidad para no abusar de ambos momentos.

  Un aspecto clave que se debe tener presente que, el tiempo libre no es el que empleamos para dormir o alimentarnos porque, estas acciones forman parte de nuestros deberes personales. Sin embargo cuando hablamos de leer un libro, ver una serie, plantar un árbol, visitar un zoológico o compartir en familia, si estamos haciendo referencia al tiempo libre porque, son dinámicas que hacemos por diversión y descanso de todo lo que cotidianamente hacemos.

  Indiscutiblemente pertenezco a la primera categoría y es que, para mi, el trabajo que realizo no lo siento como trabajo sino, diversión porque, amo ser periodista, estratega de redes sociales y desde hace un par de meses, profesora universitaria. Quiero dejar presente que, tengo destinado mi tiempo libre el cual es sagrado para mi pero, no pienso en divertirme todo el tiempo fuera de mi trabajo ya que, me gusta que el tiempo transcurra mientras estoy realizando mis actividades para cumplir con todas mis planificaciones de desarrollo académico, profesional y personal. Cabe destacar que, tener este punto de vista me ha permitido ser muy equilibrada al momento de distribuir las actividades diarias.

  Sí y lo divido en dos categorías ya que, durante la semana, destino 2 horas diarias para actividades en tiempo libre y, el domingo, durante todo el día realizo actividades de diversión en las que, bajo ningún concepto hago alguna dinámica relacionada al trabajo o estudio y, aunque este cronograma lo comencé a emplear de manera concreta desde hace un año, les confieso que ha sido de gran ayuda para mantener mi salud mental al día porque, cuando me recargaba de solo trabajo, emocionalmente no me sentía nada bien.

  Durante el tiempo libre entre semana destino 30 minutos diarios para la lectura, seguidamente dedico una hora actividades deportivas como el ciclismo estático y yoga para concluir con, 30 minutos de meditación profunda. Ahora bien, cuando llega el día domingo, paso tiempo de calidad con mis seres queridos, realizo una actividad recreativa al aire libre o veo una seria/película en las plataformas de streaming acotando que, todo lo que hago el domingo procuro variar para evitar llegar a la monotonía y, así mi mente se despeje más.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!