En mi querido diario no puedo dejar de plasmar la experiencia de hoy durante mi caminata por la montaña. Llegó la época del mango y en estas zonas abundan los árboles que cargan la deliciosa fruta. Iniciamos nuestro recorrido habitual a las 5 y 30 am, ya habíamos planificado una ruta pero, a mitad de camino una de las compañeras propuso otra. Juntas tomamos la decisión de seguirla, el día estaba fresco y llevábamos buen ritmo. El cambio de planes implicaba consumir más tiempo pero no había problemas.

Una de los cosas que pasamos por alto fue sobre los alimentos. Cuando la ruta es muy larga es recomendable llevar no solo agua sino también alguna frutas. Aquí nos quedamos desprovistas y fue tarde cuando caímos en cuenta. Gracias a Dios habían matas de mango como les comenté al inicio. Por lo general cada planta se encuentra ubicada dentro de alguna vivienda, en esos casos no podíamos abusar. Pero, esto tampoco fue impedimento, ya habíamos visto algunas matas ubicadas fuera de las propiedades, allí si podíamos tomar algunos frutos y saciar el hambre que atacaba a media mañana.

El amigo que se trepó en el árbol me dijo: Colócate bajo del árbol y yo muevo las ramas. El hambre me tenía ciega y loca ja, ja, ja. No lo pensé dos veces, muy tranquila me puse debajo del árbol y el amigo con toda la maldad movió las ramas haciendo que los mangos cayeran sobre mi cabeza. Era para morirnos todas de la risa, la maldad siguió cuando las compañeras dispararon sus cámaras.

Fui quien más golpes recibió y la menos que agarró mangos. Todas huyeron sin dejarme uno solo. Les aseguro que para la próxima no me vuelve a pasar je,je,je... un día fabuloso.

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_{Fotos de mi propiedad @belkisa758}