Una mañana excelente disfrutando de la vida y los regalos de Dios, tenemos forma de mantenernos juntos, en familia, felices, haciendo ejercicios y compartiendo sanamente en los espacios cercanos.

@steemblog nos invita a compartir una publicación donde estén presentes frutas y vegetales. El compartir de hoy fue casualmente con frutas. Es temporada de mango y ciruelas, el cambur se da durante todo el año, las piñas ricas y jugosas nunca faltan en estas pequeñas reuniones improvisadas, tampoco ha de faltar el durazno, ni el melón.

Una ensalada de frutas en horas de la mañana, nos activó y nos hizo reír hasta más no poder. Fuimos felices merendando, jugando, hablando y corriendo como niños. Mathias, mi pequeño nieto, no había salido desde que se decretó la cuarentena, parece mentira pero cuánta falta le hacía salir un rato a disfrutar.

Su alegría contagió a todos por igual, fue el único pequeño del grupo, fue también el consentido de todas las mujeres allí presente. Las frutas para él son un delirio, comió de todo un poco hasta quedar saciado.

Gracias a todos quienes hacen posible esta libertad para expresar lo que siente cuando compartimos cosas tan simple como una fruta, vegetales o una comida. Lo importante no es lo compartes sino, cómo y con quién lo compartes.

Healthy Food

An excellent morning enjoying life and God's gifts, we have a way to stay together, as a family, happy, exercising and sharing healthily in the nearby spaces.

@steemblog invites us to share a publication where fruits and vegetables are present. Today's sharing was coincidentally with fruit. It is the season of mango and plums, cambur is given all year round, the rich and juicy pineapples are never missing in these small improvised meetings, neither should the peach nor the melon be missing.

A fruit salad in the morning hours, activated us and made us laugh until we could not. We were happy snacking, playing, talking and running like children. Mathias, my little grandson, hadn't been out since the quarantine was decreed, it seems a lie but how much he needed to go out for a while to enjoy himself.

His joy was equally contagious, he was the only child in the group, he was also the darling of all the women there. He was also the favorite of all the women there. The fruits are a delirium for him, he ate everything until he was satiated.

Thank you to all those who make this freedom possible to express what he feels when we share things as simple as a fruit, a vegetable or a meal. The important thing is not what you share, but how and with whom you share it.