Cuando mis amigos planificaban una reunión para celebrar el cumpleaños en casa de alguien, siempre yo era el que quería llevar algún dulce como galletas, salados como un Dorito o alguna bebida para acompañar el alcohol, cosas comestibles para variar lo que ellos aportaban que era el ron, todos los llevaba dentro de un morral "mochila" para que nadie viera lo que compré hasta que llegara a mi destino.

Durante las reuniones siempre se agotaban los pasapalos “aperitivos” más rápidos que el alcohol y siempre había alguien preguntando por un cargador, un lápiz, un peine y además las veces que me sentía que necesitaba dormir un ratico lo hacía muy incomodo porque... o dormía en el piso o lo hacía en una silla.

Por lo que un día decidí que con mi sueldo de aprendiz (cuando ese poquito de dinero me alcanzaba) comprar algo más o adicional a lo que me pidieran que llevara para abastecerme cuando se consumieran rápidamente los pasapalos (un pepito, un dorito o algo para mí) y llevar en mi bolso otros objetos como cargador, marcadores, un peine, otra batería de repuesto para mi teléfono y lo más importante que no podía faltar, una almohada para apoyar mi cabeza y dormir aunque sea un poco más cómodo.