Para este 2020 el lavado de manos volvió cobrar una importancia vital para los seres humanos. Sin embargo en el libro sagrado de Levítico 15:11 se puede apreciar lo siguiente: “Si el hombre toca a alguien sin primero haberse enjuagado las manos, esa persona tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer” Lo que quiere decir que desde tiempos inmemorables nuestro Creador Supremo, ha querido alertarnos de la importancia del lavado de manos, en lo posible varias veces al día.

La asamblea general de las naciones unidas, logró designar cada 15 de octubre y desde el año 2008, un día de toma de conciencia sobre las buenas prácticas del lavado de manos. Sí, luego de episodios como la asistencia al inodoro, cuándo se juega en el césped, cuando se acaricia a un animal doméstico, y cada vez que se vaya a llevar alimentos a la boca, y /o a prepararlos. El avance de la ciencia con sus microscopios de laboratorio, han visto un sin número de bacterias, gérmenes, parásitos y gran cantidad de agentes infecciosos en el ambiente. Nuestras manos son las encargadas de hacer múltiples tareas, pero a la vez recogen todos estos enemigos para la salud.

La ciencia humana escrita, relata que fue en 1846 cuando el doctor de origen húngaro Ignaz Semmelweis, logró implantar de uso obligatorio del lavado de manos en los hospitales, con al ánimo de prevenir las infecciones cruzadas. En aquellos años lograron salvar vidas, que la fiebre puerperal se estaba cobrando. La humanidad ha tenido que padecer varias epidemias y pestes para hacer conciencia de estos hábitos básicos, enseñados en las sagradas escrituras. Para este 2020 el virus-corona, nos obligó a ser obedientes y usar hasta guantes. Sólo me resta recordar las palabras de médico ayurveda Deepack Chopra: “Sin conciencia no hay vida, sólo actividad”