El Artista // RELATO

Por los momentos, no podemos exhibir sus obras en nuestra galería, pero tenemos sus datos, lo contactaremos en caso de que alguno de los seleccionados se retire. Fue un placer ver su…

Adriano Malvacias colgó la llamada telefónica. No quería seguir escuchando la voz chillona de la curadora de arte de la más prestigiosa galería de la ciudad. La misma galería donde ha intentado que exhibir las pintura, durante los últimos diez años. Recibiendo siempre la misma respuesta.

¿Es mi arte tan malo? ¿No tengo talento? Se preguntaba el artista mientras recorría con la mirada, las obras producto de su imaginación, colgadas en las paredes de la casa.

Todos los compañeros de la escuela de arte, tuvieron la oportunidad de mostrar las creaciones en la galería. Algunos, lograron vender los cuadros a ricos coleccionistas. ¡El próximo año te tocara a ti! ¡Paciencia! ¡La suerte se acerca! ¡Los curadores ya te conocen, pronto te escogerán! Eran las palabras de ánimo que le decían los otros artistas. ¡Pronto llegara, el día de mi suerte… como la famosa canción!

Se detuvo frente al mejor cuadro que había pintado. Una obra de arte que le tomo meses culminar. Era su obra maestra. Toda la creatividad la volcó en ese lienzo. La presento el año anterior a la galería. Estaba seguro que era el momento que sería tomado en cuenta. Para su desgracia, no fue así. Lo ignoraron. Los curadores quedaron encantados con un collage digital hecho por el hijo de un amigo de la galería.

Después de ese rechazo, intento vender los cuadros. Organizo una venta de garaje, invitando a todos los vecinos y amigos. ¡Impresionante! ¡Excelente! ¡Genial pintura! ¡Me encanta tu arte! ¡Eres un crack! Perdió la cuenta de la cantidad de halagos recibidos, pero que no se reflejaron en las ventas. Solo dos personas le compraron algunos cuadros, elaborados en la época de estudiante. La señora Mercedes, compro uno para regalárselo a una sobrina que se casaba la próxima semana. La otra compradora, le dijo que pensaba adornar el baño con un cuadro y le pareció barato.

Saco una botella de ron de un estante. Se sirvió un trago, el cual bebió de un sorbo. Le parecía una injusticia lo que hacían. Los próximos días, tendría que volver a las plazas los domingos, para intentar vender algunos cuadros y ofrecer sus servicios de retratos a los visitantes de esos espacios públicos. La competencia era fuerte. La gente prefería pagar por el servicio que ofrecían dos chicas universitarias, el cual consistía en tomar una foto, pasarle un filtro y hacer un meme divertido. Ellas siempre tenían clientes. En cambio, Adrian Malvacias recibiría un cliente, en un día bueno. Pronto llegara, el día de mi suerte… como la canción, dijo el artista, bebiendo otro trago del licor caribeño.

¡Hipócritas! ¡Falsos! ¡Judas! En estado de ebriedad, dirigía los insultos a los cuadros. La botella de ron estaba totalmente vacía. Enojado, la lanzo contra la obra maestra que adornaba la pared. Se partió, rompiendo la obra de arte que tantos meses le tomo terminar. Como una fiera salvaje, la descolgó y con sus propias manos la fue destrozando. Lo mismo hizo con todas las demás pinturas. Las fue sacando y amontonándolas en el frente de la casa.

_Fuente

La frustración por no ser tomado en cuenta, sumando al alcohol consumido, lo hizo enloquecer. Destruyo todos los cuadros y herramientas de trabajo. El pintor loco busco cemento para esparcirlo sobre los restos de las pinturas y como punto final, orino encima de todos los desechos. ¡Esto es lo querían! ¡Hipócritas! Falsos!¡Judas! ¡jajaja! Exclamaba Malvacias, mientras los vecinos observaban desde las ventanas.

Eran casi las doce del mediodía, despertó por el ruido proveniente de la calle. Al salir pare ver lo que ocurría, la sorpresa le quito los efectos de la resaca. Un montón de gente estaba frente a la casa, tomando fotografías con los celulares. ¡Impresionante! ¡Esto es una nueva tendencia artística! Uno vecino tomo una foto de la masa de desechos y la subió a instagram. La foto se hizo viral. Varios estudiantes de arte la vieron y decidieron llegar al lugar. La aglomeración de personas llamo la atención de una periodista que pasaba cerca de la zona.

La galería de arte abrió las puertas, nunca antes habían tenido tanta concurrencia. Hasta coleccionistas de arte extranjeros viajaron exclusivamente para ver en persona, las increíbles obras de arte del que todo el mundo hablaba. Estrellas de la televisión, influencers de las redes sociales, todos hicieron presencia para la gran apertura. La curadora de arte se dirigió a la multitud. Señoras y señores, para nosotros es un orgullo mostrarles las obras de Adriano Malvacias, el artista.