LA LENGUA

LA LENGUA
Hoy les quiero hablar de un miembro pequeño del cuerpo, si logras controlar ese miembro pequeño, puedes controlar todo tu cuerpo. ¿Sabes de cuál miembro te estoy hablando? Así como los médicos examinan la lengua del paciente como ayuda al diagnóstico, así Santiago examina la salud espiritual de la persona, mediante su conversación. Por eso el miembro que te voy a estar hablando es la lengua. Un órgano muy pequeño, pero que puede generar grandes catástrofes y también grandes bendiciones. ¿cómo consideras el uso que le das a ese órgano? ¿crees que es el correcto? Así que, estemos hablando un poco de este órgano pequeño “LA LENGUA”, La lengua es un órgano sensorial. Veamos que dice la Biblia al respecto:
Nos dice que todos hemos ofendido alguna vez ¿Usted ha ofendido alguna vez? Pues la Palabra nos dice que muchas veces ofendemos en palabras, es decir, difícil controlar este pequeño órgano. Si alguno puede controlar su habla, no tendría problema en practicar el dominio propio. La Palabra nos dice que es un varón perfecto aquel que puede controlar lo que dice. Aquí perfecto se refiere a maduro, completo, totalmente disciplinado. Persona que No cae en provocación, no pierde el control, una persona capaz de refrenar su lengua, está en la capacidad de controlar y refrenar todo su cuerpo. Guao que tremendo, tenemos un gran trabajo, con este órgano bien pequeño. Este órgano es comparado con las siguientes figuras:
Primera figura, el Freno de un caballo:
El freno es el arnés que va encima de la cabeza de los caballos y que sostiene el bocado en la boca de los caballos, unidas al bocado van unas riendas. Esto hace que la persona que este como jinete pueda dirigir y llevar al caballo de un lado a otro. Allí tiene el control para frenarlo, y llevarlo a la izquierda, o derecha o seguir recto. Con el freno el caballo obedece y de esa manera hace que el cuerpo total del caballo obedezca. Así la lengua puede dirigir la vida, para bien o para mal. Muchas personas necesitan tener freno en su lengua, para no decir palabras que ofendan o que vayan en contra de la Palabra de Dios.

2da figura, El timón de una nave:
El Timón, en comparación a la nave misma es muy pequeño. Parece increíble que el hombre pueda dominar una nave tan grande, con un instrumento relativamente tan pequeño, pero eso es realmente lo que sucede. Por lo tanto, no debemos quitar importancia a la lengua debido a su tamaño.

3era figura: El fuego:
un pequeño fósforo puede encender grandes bosques y destruir grandes cantidades de tierra, devorando todo lo que encuentre a su paso. La lengua es como un pequeño fósforo, cerilla encendida. Su potencial para el mal es casi infinito, Santiago se refiere a ella como un mundo de maldad, la lengua puede contaminar todo tu cuerpo. Una persona puede corromper toda su personalidad empleando su lengua para calumniar, insultar, blasfemar.

4ta figura: Fiera salvaje:
Se pueden domar toda clase de animales, aves, serpientes y vida marina. No es infrecuentes ver elefantes, leones, tigres, serpientes e incluso peces amaestrados. ¿Qué ha hecho el hombre con los enormes elefantes? Ha invadido sus hogares en la jungla, los ha atrapado y entrenados en manadas para hacer trabajo pesados. Así mismo, muchas fieras son entrenadas para hacer espectáculos y ganar grandes cantidades de dinero. El hombre ha podido domar toda clase de animales, sin embargo, no ha podido domar. El éxito del hombre con los animales salvajes no se ha hecho realidad en su propia lengua. Si somos honrados tendremos que reconocer que, en nuestra propia vida, es cierto también. La naturaleza humana no tiene la capacidad ni la fuerza para gobernar a este pequeño miembro. Sólo Dios puede ponerla bajo control. Así la lengua puede envenenar mentes y asesinar caracteres. Todos sabemos lo fácil que es chismear acerca de los demás. Por querer justificar nuestro comportamiento, hablamos mal de otros. ¡cuántas veces habremos ensuciados a otros para resarcirnos por algún supuesto mal! ¿Quién puede medir el mal hecho, las lágrimas que han corrido, los corazones rotos, las reputaciones destruidas? ¿quién puede medir la miseria que ha traído a nuestras propias vidas y familias? ¿Cuántos hogares rotos, por el uso incorrecto de la lengua?
Necesitas ser consciente de lo que dices, para que posteriormente no te arrepientas. La solución verdadera es buscar de Dios y pedir de su ayuda. Hoy te invito a que reflexiones y trates siempre de tomarte un tiempo antes de ofender o hacer daño.
Puedes leer Santiago 3:1-12.
Todas las imágenes fueron tomadas por mi teléfono Samsung J5.

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