Como de costumbre inicié el día dando gracias a Dios por un nuevo despertar, pasé al baño por mi aseo personal y luego fui a la cocina a preparar el desayuno, mis padres ya había comido por lo que solo hice tres arepas, para mí y mis dos niños.

Mientras se cocinaban las arepas me percaté que mi papá había comprado lechosa, pensé en hacer un jugo, pero al probarla preferí comerla así tal cual porque estaba muy dulce y jugosa.

Para acompañar las arepas decidí freír huevos y adicional para mí, me serví una pequeña ración de ensalada con tomate, pepino y repollo, aderezada con sal y aceite de oliva. Comida que acompañé con una taza de café con leche avainillado.

Para la el Almuerzo el chef de la casa(mi papá) no estaba presente, por lo me tocó a mí organizar esta comida para mi mamá, para mis hijos y para mí. Temprano había descongelado una carne molida y decidí prepararla al estilo hamburguesa condimentada con ajo, orégano y sal, también asé plátano, preparé una ensalada de tomate, pepino, repollo y cebolla, condimentada con sal y aceite de oliva, y recalenté un arroz blanco que había quedado de días anteriores.

Finalmente para la cena preparé unas arepas con harina de maíz precocido que rellené con mortadela cocida y de bebida un deliciosa merengada de lechosa.