Hace aproximadamente 8 años, una vecina me regaló un cachorro muy travieso, de raza cocker, de color miel, desde entonces era la mascota de la casa, mi perro travieso, inquieto y alegre le puse por nombre PIBORI. Se mostraba muy amigable con todo el que me visitaba, pero con ciertas personas era agresivo , me pareció que el intuía, la maldad en la gente, pues con las personas buenas era cariñoso pero con otras no.

_{mi mascota}

En un tiempo cuando pasé una desagradable situación con unos vecinos mala gente, que me tenían asediada, pues se montaban en mi techo, en la pared, y en el árbol de aguacate, Pibori no dejaba de ladrar hasta hacer que los muchachos se fueran, ya yo sabia que cuando ladraba algo malo estaba pasando.

En cierta oportunidad, además de ladrar incesantemente, me golpeaba la puerta como llamándome, cuando salí, el jovencito estaba robándome los aguacates, el ladraba hacia la puerta y luego hacia a el árbol, señalándome donde estaba el intruso joven, y no cesaba de ladrar hasta que el joven se fue.

PIBORI era mi guardián, muchas veces me protegió y no permitió que los jóvenes delincuentes penetraran a mi casa.
Lamentablemente, tuve que dejarlo al cuidado de unos vecinos porque se me presentó un viaje, y los vecinos no me lo pudieron vigilar en las noches, y a la mañana siguiente, estando yo de viaje, los encargados de cuidármelo, no lo encontraron, se lo habían robado, pues encontraron el candado violentado y la cadena tirada. Que triste para mi cuando regresé y no encontrar mi perro, nunca me habían robado nada del patio, pero cuando mi perro ya no estaba se metieron y me robaron unos pipotes de almacenar agua.

Diez días exacto tuve de duelo por mi perro, entre tristeza y rabia con quienes no me lo cuidaron, pase eso diez días encerrada y triste llorando a mi perro, a los diez días perdoné a los que debieron cuidarlo y no lo hicieron.
Después de mas de un año sin ver mi perro, hace aproximadamente un mes me sorprendió su visita, llegó a mi casa tan contento que cuando me vio se me tiró encima, y yo de la emoción no paraba de llorar, saber que mi perro aun me recordaba me impresionó mucho.

Pasó conmigo dos días, yo no lo encerré ni lo amarré y le dije : si quieres puedes volver con tu nuevo dueño, pero el no quiso irse, iba conmigo a todos lados, pasados dos días tocan a mi puerta una mañana, era un señor mal encarado reclamando su perro, me dijo: ¿Por qué usted tiene mi perro encerrado?. Le dije Sr. Ese perro es mío, a mi me lo robaron, el me dijo yo lo encontré en la calle, para no entrar en discusión le dije llámelo, yo no lo tengo amarrado.

El perro atendió el llamado y se fue con el, pero como a la media hora escucho llorar al perro y que lo venían persiguiendo, era un joven con síndrome de Down que gritaba y golpeaba mi puerta violentamente reclamando el perro como suyo, pero esta vez el perro se refugió en mi casa y no quería irse con el muchacho, yo tuve que salir a calmar al joven, y llamar al perro para que saliera, el perro salió afuera pero por mi, pues no quería ir con el joven, éste lo persiguió hasta llevárselo.

Luego a la siguiente semana volvió el perro nuevamente conmigo, es triste pues el perro me demuestra fidelidad por ser yo su dueña, pero no puedo enfrentarme a un enfermo que dice ser el dueño, un joven que muy afectado fue a mi casa a reclamar mi perro como suyo.

Con todo esto lo que quiero resaltar es la fidelidad del animal hacia mi, aun cuando tiene nuevo dueño. Con mucha tristeza le cedo mi perro a su nuevo dueño, aunque el desea estar conmigo.
Perdóname Pibori, por no haberte cuidado bien, haberte dejado con gente que no te cuidó, y dejarte con tu nuevo dueño, aunque tu no quieres estar con el.

Quiero aprovechar de invitar a @zmoreno, @karelis01 y a @gormogon a que participen en este concurso, espero que participen.