Hace unos días estuve revisando mis archivos y encontré unos vídeos de hace un tiempo cuando la pandemia aún no se cernía sobre nosotros y la nueva normalidad no era parte de nuestros días. Sentí curiosidad por las imágenes pues hasta ese momento nunca las había visto así que lo hice, inmediatamente comencé a reír pues los vídeos son muy divertidos.
Se trata de unos vídeos que grabamos mientras jugábamos al famoso juego “Just Dance”, esto lo hicimos en Diciembre hace dos años si mal no recuerdo, mis amigos y yo viajamos de la Universidad en la ciudad de Maracay a la ciudad de Caracas para pasar el fin de semana en casa de una de nuestras amigas, aprovecharíamos el viaje para celebrar el cumpleaños de una compañera que días después partiría del país rumbo a España donde comenzaría una nueva vida llena de oportunidades que tristemente aquí no tenía.
La ocasión se prestaba para muchas cosas, en un fin de semana celebraríamos un cumpleaños y al mismo tiempo despediríamos a una gran amiga, además llegaban las vacaciones y era momento de que cada uno partiera a sus casas, no era un simple viaje de amigos eran días que quedarían para el recuerdo, y así fue.
En los vídeos aparecemos en las divertidas rutinas de baile que nos proponía el mismo juego, otras las tuvimos que hacer al estilo libre y sinceramente la improvisación se nos dio muy bien. Como es costumbre empezamos a competir por ver quien lo hacía mejor, fue una tarde de risas y sana competencia; el baile nos agotó pero era un agotamiento sano que nos dejó como embobados y en medio de ese ambiente relajado comenzamos a hablar de lo que haríamos en navidad, conversamos sobre lo que cada uno tenía en mente para el futuro e inevitablemente empezamos a lamentarnos un poco de la situación país que nos tocó vivir.
Dejamos la nostalgia para otro día y nos pusimos manos a la acción, retomamos el baile y nos tomamos muy literal eso del “Just Dance”… entrada la noche llegó el momento de cantar el cumpleaños para nuestra amiga y picar la torta, que no era una torta sino una riquísima marquesa. Recuerdo que la marquesa estuvo tan rica que quisimos repetir, luego llegó el momento de despedirnos de los que no se quedarían con nosotros para el día siguiente que iríamos al zoológico y ahí despediríamos a nuestra queridísima Gabriela quien hoy se encuentra en España.
Como lo teníamos planeado al día siguiente fuimos al Zoológico de Caricuao, en la Ciudad de Caracas, recuerdo que ese lugar es hermosísimo, y eso que no disfruto mucho de ver a los animales ansiosos y encerrados pero el lugar estaba lleno de verdes explanadas de grama muy verde, hay grandes árboles que dan sombra y frescor al lugar y aunque la desidia y el abandono lo han desmejorado, el zoológico aún tienen su magia propia. Lamentable no tengo fotografías de esa visita porque las perdí cuando perdí mi teléfono.
Finalmente llegó el momento de la despedida, como era de esperarse hubo muchas lágrimas y mucho pesar pero pensamos que era mejor atesorar los momentos buenos como es fin de semana que acabábamos de vivir; cuando vi los videos recordé vivamente todo lo que hicimos esos días e inmediatamente me sentí un poco triste y nostálgico, no les voy a decir que no extraño a mis amigos y todo lo que hacíamos juntos pero me consuela saberlos bien, cada uno avanzando con sus vidas al igual que yo, hoy la realidad es muy distinta pero eso no significa que no volveremos a vernos, todo lo contrario, es eso precisamente con lo que me quedo, con el recuerdo, el amor y el cariño y sobretodo con la esperanza de volver a verlos.
Lamentablemente no pude subir los vídeos aunque si pude hacer screeshot de los mismos, pero prometo que en otra ocasión lo haré, ya que en verdad me parecen muy divertidos y me gustaría compartirlos con ustedes.
