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Nunca me han gustado los hospitales, estar allí nos recuerda nuestra condición humana, es decir, que somos perecederos y que estamos indefensos frente al infortunio. Además, el frío se encuentra en todas partes: en las camas, en los pasillos, en los ascensores, en la mirada y voces de los médicos. Quizá la cercanía con la muerte los inmuniza frente al dolor ajeno, o quizá solo actúan así por miedo a generar vínculos con los pacientes, después de todo, quienes entran allí solo van de paso.

Lo cierto es que, pese a mis miedos, he tenido que visitar hospitales en muchas oportunidades. De hecho, actualmente estoy en revisión por problemas en el colon. Por fortuna no es nada grave, pero los síntomas son una verdadera calamidad. Asimismo, he sido operado en varias ocasiones, todas ellas ambulatorias, cosas leve, pero que igual aterrorizan. Este post tiene que ver, precisamente, con este tema: la cirugía.

Resulta que hace un par de años me salió un quiste cebaceo en el pecho, justo en el centro del tórax. En principio ni se percibía, pero con el tiempo fue creciendo hasta verse del tamaño de una canica. Nunca me preocupé por ir a que me revisarán, pues, no sentía dolor y además la masa estaba a nivel capilar. Pero hace dos semanas, mientras me rasurada pecho, descubrí que estaba un poco enrojecida. Debí dejarla quieta, pero comencé a hurgarla y lo inflamé aún más.

Lo cierto es que tuve que ir al médico para que me lo extirparan. Después de años viendo esa masa extraña creciendo en mi pecho, las circunstancias se movieron de tal manera que operarme era inevitable. Sentí miedo, aunque era in procedimiento sencillo. Mientras esperaba aproveché para tomar algunas fotos del lugar, de tal manera que quise plasmar la sensación de espera y frío que ahogaban el lugar.

Cabe destacar que la operación fue todo un éxito. Solo veinte minutos en quirófano y adiós quiste. La recuperación fue rápida, aunque uno de los cuatro puntos que hicieron no termina de caerse (no muestro la herida por pudor y escrúpulo). Cabe destacar que me siento muy agradecido, me operaron rápido, de un día para otro. Además, ya estoy libre de ese problema y puedo continuar con mi vida.