Hoy me he levantado y como siempre lo primero que he hecho es darle gracias a Dios por un nuevo día más de vida, por mis hijos, mi esposo y toda mi familia. Dar gracias me ayuda a empezar el día con una profunda paz y armonía. Enciendo mi computadora y monto mi café, luego bebo mis dos vasos de agua de cada día, dicen que es muy buena para la salud y ya se me hizo costumbre.

Luego de colar el café levante a mi hijo para irnos bien temprano a la farmacia, quería comprar varias cosas desde hace días pero no había podido porque las colas son muy largas todo el tiempo, así que pensé que si voy a primera hora se me hará más fácil la cosa. Así lo pensé y así lo hice, llegamos al sitio pero todo estaba cerrado, ya eran las 6 y 30 a.m. y los que estaban por allí esperando nos dieron que faltaba poco para abrir.

Una compra cariñosa

Champú para todos y medicinas para mí.

Desde hace unos días mis hijos me estaban pidiendo champú, se había acabado por completo, lo que ellos no saben querido diario es que los champú aquí valen un dineral y la marca headandshoulders es costosísimo, las pastillas también necesitaba comprarlas porque me relajan y me calman mucho mi dolor en la cervical. ya mi dolor es eterno y no me queda más que aprender a vivir con eso y guardar reposo y hacer las cosas bien como me las recomienda el terapeuta.

Estamos en Venezuela y hemos tenido que llegar a esto

_{Mi hijo sacandole la gasolina al carro para volver a ir a llenar}

NO creas que me enorgullece mostrar esta foto de mi hijo sacándole el combustible al tanque para volver a ir a la estación de servicio y llenar para volver a venir a sacarle. Pero esta es nuestra realidad ye so es lo que te quiero contar hoy, en Venezuela mi amigo diario no deberían de estar pasando estas cosas porque nosotros somos un país petrolero, pero lamentablemente no hay gasolina y el rumos que se escucha es que se va a terminar en cualquier momento. MI vecina trabaja para la empresa PDVSA y eso es lo que se escucha.

Así que esta vez quisimos ponernos las pilas y compramos unas pimpinas grandes para almacenar algo de combustible en un lugar sumamente seguro. No creas que no pensé en los pro y los contras antes de tomar esta decisión pero es que no nos tocó de otra. Cuando vi a mi hijo en esto me sentí muy mal, era algo así como decepcionado de ver que estos jóvenes no tienen oportunidades sino que más bien están pasando sus días en colas y en más colas.

Así nos la pasamos casi todo el día, en ir y venir, las colas son súper largas ya que todo el mundo quiere hacer lo mismo. Pero aquí seguimos querido diario, yo me quedo en mi país, con la única y ferviente esperanza de que esto algún día vaya a cambiar para bien, para mejor. Te digo hasta pronto mi diario querido, te quiero mucho.

_{Imágenes tomadas con mi cámara celular Kronos-net}