¿Es posible disciplinar con amor?

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¿Disciplinar con amor? Disciplina y amor, ¿acaso se contradicen estas dos palabras? Eso depende de como veas el concepto de disciplina.

Para muchas personas la disciplina implica tratos severos, insultos, humillaciones y amenazas. Pero, ¿será eso un buen concepto de disciplina?

Que es la disciplina en los niños

Es la educación más temprana que se le da al niño en el hogar. Por supuesto, los Padres son los encargados de impartir esta educación, ya que son los encargados de la crianza de los niños. Como parte de esa disciplina están aspectos como la hora de dormir, de comer y hábitos personales como el aseo. También temas relacionados con la conducta.

Comos e puede ver la disciplina no tiene nada que ver con los maltratos. Por eso la disciplina a temprana edad se debe impartir con amor, tampoco estamos diciendo que al niño no se le debe dar alguna palmada en un momento necesario, porque darle una nalgada al niño no es maltrato.

Esto no debería ser una disyuntiva para nadie, ya que jamás debemos relacionar la disciplina con la crueldad.
Los padres responsables entienden que disciplinar a sus hijos los llevarán a ser adultos responsables.

En una oportunidad estuve escuchando un discurso en donde el orador aseguró "Cada vez que la madres dan nalgadas a sus hijos les muestran que los odian" sin embargo la disciplina es fundamental, pero ¿Se puede impartir disciplina con amor? por supuesto que sí.
Si leemos lo que dice el proverbio 13:24 dice: "El que retiene su vara odia a su hijo, pero el que lo ama es el que de veras lo busca con disciplina" esta vara es un método para corregir. No necesariamente debe ser una vara literal como un palo, o una correa o una manguera, también puede ser verbal, pero no tiene que ser ruda, ni violenta, ni ofensiva.
No debemos impartir una disciplina que resulte en la rebeldía de nuestros hijos, sino mas bien que tenga como resultado la sumisión y la aceptación del consejo.

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Habrán algunas ocasiones en que sí merezcan que le demos sus nalgadas, pero no tenemos que maltratarlo o socavar su dignidad. Debemos corregir los defectos o errores que cometan, si no lo hacemos se arraigaran en su corazón malas actitudes y en su vida adulta les causarán muchas dificultades.

Los padres debemos asegurarnos que los muchachos entiendan que la disciplina no es solamente darles ordenes ó imponerles un castigo, deben comprender porqué se les está castigando, y el hecho de que los castiguen no significan que lo odian; sino todo lo contrario que se les ama y deseamos que le vaya bien en la vida.

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Es muy importante mantener abiertas la lineas de comunicación con nuestros hijos, ganarnos su confianzas, pero esto no quiere decir que no vamos a tomar una acción disciplinaria en algún momento. Los padres que no disciplinan a sus hijos no se ganan su respeto, pero la disciplina debe darse de la manera correcta. La disciplina debe probarle al hijo que se le ama y no lo contrario
Por otra parte los hijos necesitan que se le fijen límites, si los dejamos a riendas sueltas se van a perder.

Hace muchos años leí que los jóvenes son como un resorte: Si lo mantienes presionado con la mano en una superficie plana y luego los sueltas de manera repentina, se perderá muy lejos, pero si lo lo sueltas poquito a poco y de manera muy firme se quedará allí.
De manera imilar a los jóvenes que se les suelta de manera rápida, y no se le supervisa, se van a perder en un mundo de vicios y conductas malsanas; sin embargo si se le va soltando poco a poco acompañando esa libertad gradual con orientación, se quedarán allí obediente y responsables y esto los hará muy feliz, tanto a ellos como a sus padres.

No confundan disciplina con violencia ni ofensa verbal, disciplinen con amor.

Esto si es posible y todos los padres sabemos como hacerlo

Un gran saludo para todos.