Best luck

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La suerte era un bálsamo precioso, no tener suerte es tan terrible como caminar entre caimanes. Al menos los ojos son puntos de contacto en la oscuridad. Puedes caer en las fauces y ser devorado a menos que tengas suerte. Esta especie de armadura que se pliega y pliega como un suéter viejo.
Cuando has gastado tu suerte, eso es otro asunto. Sin ella tienes la misma probabilidad de que te alcance un fragmento de satélite o de que te caiga un estúpido rayo.
La noche se acercaba y a pesar de los ruidos que hacía el perro, me lancé sobre la jungla como si siguiera el rastro de algún astuto animal carroñero. El arma se disparó y fue entonces cuando la suerte dio su último suspiro. Casi muero.
Cuando estaba totalmente exhausto, caí en una especie de trampa para osos, que me destrozó la pierna a la altura de la pantorrilla. Sentí el alegre fluir de la sangre. Era solo cuestión de tiempo. Utilicé todas mis fuerzas para sacar mi pierna de las garras de acero pero en vano.
La noche estaba tranquila y entonces olí el inconfundible olor a carne asada. Los indios tenían una forma singular de asar las codornices. Los domingos marchaba hasta el puesto de avanzada donde solían descuartizar las aves. Conocía a algunos de los jefes mapaches por mi padre y participaba en sus festejos. Sazonaban sus carnes con el celo de los reyes. Extrañas especias aromáticas me devolvieron ahora a mi condición de alma desangrada. Así que hice la mayor tontería posible, tomé un trozo de madera verde y comencé a comerlo como si fuera parte de la codorniz, me tumbé en la hierba y comencé a mirar las estrellas y a saborear la jugosa carne. En poco tiempo podría pasar a alguien y seguramente liberar mi pierna antes de que se agotara la sangre y mi nostalgia futura.

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Luck was a precious balm, not having luck is as terrible as walking among alligators. At least the eyes are points of contact in the dark. You can fall into the jaws and be devoured unless you are lucky. This kind of armor that folds and folds like an old sweater.
When you've worn out your luck, that's another matter. Without it you're just as likely to get hit by a satellite fragment or get struck by a stupid lightning bolt.
Night was approaching and despite the noises made by the dog, I threw myself over the jungle as if following the trail of some cunning scavenger animal. The gun went off and that was when luck took its last breath. I almost died.
When I was totally exhausted, I fell into a kind of bear trap, which shattered my leg at the calf. I felt the joyful flow of blood. It was only a matter of time. I used all my strength to pull my leg out of the steel claws but in vain.
The night was quiet and then I smelled the unmistakable smell of roasting meat. The Indians had a unique way of roasting quail. On Sundays I would march to the outpost where they used to butcher the birds. I knew some of the raccoon chiefs from my father and participated in their revelry. They seasoned their meats with the zeal of kings. Strange aromatic spices now returned me to my condition of a bled soul. So I did the most foolish thing possible, I took a piece of green wood and began to eat it as if it were part of the quail, I lay down on the grass and began to look at the stars and savor the juicy meat. Before long I could pass someone and surely free my leg before the blood and my future nostalgia ran out.

@wakeupkitty, @hefestus y @chriddi
a @blessedlife y @italygame