Dicen que todo tiempo pasado fué mejor y cuando te trasladas a esos momentos, aún más bonitos son. Cuando leí la convocatoria para este concurso, recordé tantas cosas especiales que me hicieron agüar los ojitos como a veces digo yo cuando algo logra emocionarme.

Recuerdo mucho que en esos años mozos estaba yo en la escuela y mi padre me dió como regalo por haber aprobado mi sexto grado con excelentes calificaciones (si, yo era una niña estudiosa y juiciosa jajaja) un pequeño tocadiscos de esos que usaban discos de acetato de 45 RPM, discos pequeñitos que eran de solo dos canciones y que ponía a sonar hasta que se rayaban como decía mi mamá en estado de obstinación de tanto escucharlo, jajajaja.

Luego me fueron comprando más discos pequeños como los de Tina Charles, Viola Wills, piezas de música disco, que eran el furor y la moda juvenil de aquel entonces. También desfilaron en títulos mi favorito, el grupo Menudo, hasta a un concierto fuí en la ciudad de Barquisimeto para verlos, moría de amor escuchando sus canciones en mis discos (no puedo hacer nada más que suspirar y sonreir).

Después vinieron los tiempos del LP, en mi casa compraron un equipo de sonido de esos poderosos como le decíamos, todo un suceso, y empezamos a adquirir muchos de esos ejemplares que conformaron nuestra biblioteca musical. Muchos eran de mi madre como los de Julio Iglesias, uno de sus cantantes favoritos. Habían algunos en ingles que recopilaban música tipo baladas suaves. Cortavenas como los de Pimpinela jajajaja. Uno que llamaban CaféCreme que tenía recopilación de música de los Beatles, los serios con música venezolana (esos eran los de mi papá), hasta música clásica compraban, pero, en definitiva, los míos eran los que escuchaban los chamos en aquella época dorada.

Entre mi colección estaba un disco que me gustaba mucho por lo de que en ese momento se estrenó la película Fiebre de Sábado por la noche y los Bee Gees, eran intérpretes de algunas de sus canciones. Me encantaba escucharlos y los bailaba también. Tenían en ese LP (Bee Gees Live), música también romántica que hacía suspirar a las nenas de ese tiempo (estoy incluída en el grupo suspirador). Muchas canciones bailé en ese entonces de este disco hoy rescatado de mi closet pues, ya la tecnología dió paso a otras maneras de escuchar música más digitalizada.

Quizas eran más aparatosos para quien los ve desde estos tiempos pero, para los que los conocimos y escuchamos, los discos de acetato representan no solo una reliquia sino también, una parte maravillosa de nuestras vidas que indiscutiblemente, atesoramos en nuestros mejores recuerdos.

Gracias a @gaborockstar por regalarnos esta bonita oportunidad de ser felices evocando tiempos muy hermosos.