Mi encuentro con gigantes Click 311 04-01-2021

No recuerdo en detalle el inicio de mi afición por las montañas, lo cierto es que el contacto con la naturaleza me es más extraordinario cuando tengo unas montañas cerca. Un cúmulo de piedras gigantes unidas por lotes de tierra y cubiertas de un verde vegetal siempre me han llamado la atención y no se con exactitud la razón de esas razones.

En una oportunidad llevé a mi ex novia al final de Los Altos de Sucre, necesitaba realizar un trabajo fotográfico y le dí la idea de hacerlo en un ambiente de montaña, lo cual aceptó entusiasmada, cuando estábamos al final del trayecto en jeep y luego de caminar unos 15 minutos hacia el sector Palmarito divisamos la cierra de una montañas de aproximadamente unos 2 50 metros de alto, más grande que cualquier edificio de Puerto La Cruz, ella sorprendida me pregunta que si tenemos es en esas montañas, le indique que detrás de las montañas, por lo cual con su carácter se resistió negándose a caminar ni un metro más, tratando mi persona de animarla en tomar algunas fotos por lo menos en las faldas o inicio de las montañas le dije que si se quería regresar, por su afirmación me molesté y efectivamente regresamos sin tomar ninguna foto. Quedé desconcertado porque es la primera vez en que una persona en vez de ver algo positivo al estar al frente de unas montañas de ese tamaño más bien fue todo lo contrario, un efecto muy extraño para mí en ese entonces.

Desde mi infancia siempre fui muy curioso en cuanto al aprendizaje de lo desconocido, del porque de las cosas, así escuchaba historias reales y hasta leyendas que mi papá conocía, a sus clientes que eran personas muy mayores y conocedoras del llano adentro y de las montañas muy altas les escuchaba historias de la gente sobre encantados, encantamientos, entierros, desaparecidos, aparecidos, como también las faenas de un mundo no urbano desconocido para mi.

Ya a determinada edad de muchacho que le dejaban cruzar las carreteras solo, que conocía como cruzar una avenida con el semáforo en verde, o ya sabiendo pagar el carro por puesto y pedir la parara, a esa edad fue que me encontré con los tres gigantes del parque Andres Eloy, así le decían los muchachos Boy Scout a manera de código interno a esos cerros quien sabe si islas milenarias en un remoto pasado ya extinguido.

En los campamentos del Movimiento Scout que realizábamos en algunas montañas hablábamos algunas veces de pueblos de gigantes que habitaban tierras remotas, entonces nuestra imaginación en plena montaña como que cobraban vida, así la aventura en esos campamentos dependían del sabor misterio que algunas veces nosotros mismos agregábamos.

Fui creciendo y en todas partes donde he estado con una montaña cerca, estas han sido un canal o punto central visual, de admiración, inspiración y meditación. En las montañas se manejan fuerzas geotérmicas y teluricas no muy comunes y aun no aprovechadas por la tecnología del siglo 21.

La Comunidad Latina CL la visualizo de aquí a unos meses como una gran montaña generadora de sorpresas positivas para todos sus miembros oficiales activos, estamos creando piedra a piedra un Steem Power propio para auto financiarnos y auto movernos de aquí al infinito del infinito porque juntos y unidos somos más fuerte que una piedra y con mucho más brillo que el mismo oro.